Marilyn Monroe es uno de los nombres más populares y fascinantes de la historia de Hollywood, pero ¿sabías que también tiene raíces mexicanas? Cuando la actriz buscó la fama, tuvo que reinventarse. Primero fue su nombre; no era lo suficientemente glamoroso, entonces, Norma Jeane Mortenson se convirtió en Marilyn Monroe. Después tuvo que pensar en su marca y cómo se presentaría a un público americano. La cantante nació en California, pero su madre era mexicana, y Hollywood no aceptaría a una mujer latina.
Hollywood siempre ha buscando cambiar la identidad de sus estrellas prometedoras para romantizar aún más el sueño americano. En esa época, las personas con raíces étnicas, tenían que cambiar no sólo su apariencia física, sino también sus nombres.
En el caso de Marilyn Monroe, Hollywood hizo lo mismo que con otros artistas hispanos. Fue así que Margarita Carmen Cansino se volvió Rita Hayworth, Raquel Tejada se hizo Rquel Welch, y Norma Jean Mortenson se volvió Marilyn Monroe.
Marilyn fue presentada como la "chica California", un mito hollywoodense que fue universalmente aceptado. Incluso ahora, las biografías de la cantante emiten cualquier información sobre la familia materna de la cantante.
¿Cuáles son sus raíces mexicanas?
Los abuelos maternos de Marilyn llegaron a México después de una serie de sequías en la década de 1890 que crearon dificultades para los agricultores de granos en el Medio Oeste. Otis Elmer Monroe y su esposa, Della Mae Hogan, abuelos de Marilyn Monroe, se establecieron en la ciudad fronteriza de Porfirio Díaz, hoy conocida como Piedras Negras.
La familia se acostumbró a la vida del norte de México en la ganadería y la agricultura. La tradición vaquera mexicana, que evolucionó en el siglo XIX y se convirtió en el origen del vaquero estadounidense, les era familiar. La familia Monroe prosperó en la ciudad y construyeron vidas dignas para ellos, abrazando la cultura fronteriza regional. Gladys Pearl nació en 1902 y Marion 3 años después.
Gladys Pearl y Marion crecieron hablando inglés y español, totalmente asimiladas en la vida norteña mexicana a lo largo de la frontera.
Gladys Pearl fue la madre de Marilyn Monroe.
¿Marilyn Monroe olvidó sus raíces?
Discretamente, Marilyn trató de recordar su herencia mexicana, que mantuvo en secreto del público. Sabía hablar español, aunque no con fluidez. Y en sus muchos viajes a México, tuvo que mentir de que no hablaba el idioma, aunque en realidad lo entendía casi perfectamente.
La realidad es que la actriz prefería la fama, que mostrarse como una mujer latina. Y fue de esta forma que consiguió convertirse en el ícono que recordamos hoy.
Entre sus fallidos matrimonios, en 1995, Marilyn formó su propia compañía para hacerse cargo de su carrera. Después de esto, empezó a abrirse más a su herencia mexicana. Viajó constantemente a México, especialmente a Baja California y Ciudad Juárez, donde llegó a tomar con Frank Sinatra y Dean Martin.
Cuando fue a la Ciudad de México en Febrero de 1962, la actriz reclamó sus raíces mexicanas. Marilyn visitó a Luis Buñuel en el set de "El ángel exterminador", donde conoció a Silvia Pinal. Recibió serenatas de mariachis y disfrutó de los típicos tacos al pastor.
Emilio "El Inidio Fernández" le organizó un cóctel y ella aprovechó la visita para ir a las pirámides de Teotihuacán. Cuando un periodista del Continental Hilton Hotel le preguntó si podía enamorarse de un actor mexicano, en un español impecable, ella respondió: "¿Y por qué actor? ¡Con un mexicano basta!"
Un romance en México
Había viajado para comprar muebles para su nuevo hogar, y terminó enamorándose cuando conoció a José Bolaños, un productor y escritor. Tuvieron una loca aventura amorosa, huyendo a Acapulco cuando Acapulco era el lugar frecuentado por parejas glamorosas, entre ellas Elizabeth Taylor y Richard Burton.
Bolaños, enamorado, voló a Los Ángeles al mes siguiente para acompañarla a la ceremonia de los Golden Globe de 1962. Hollywood estaba alborotado por los chismes de su nuevo "amante latino", un reconocida playboy internacional que se casó con Venetia Vianello, una actriz italiana.
Marilyn Monroe no era una turista en México, por supuesto. Iba con el objetivo de reclamar su herencia... y tal vez lo hubiera hecho de forma más pública, de no haber muerto tan trágicamente el 4 de agosto de 1962 a los 36 años.
En la última sesión fotográfica de Marilyn, George Barris la fotografió en las playas de Malibú. Llevaba un suéter hecho en México que había comprado en su viaje a la Ciudad a principios de ese año. Era una prenda tejida por Rosario Martínez.
¿Cuál es tu película favorita de Monroe?