En 2013 las listas musicales de más de seis países estaban lideradas por una canción que también logró entrar en el top 10 de gran parte de Europa. No se trataba de Adele ni Beyonce, era una joven de apenas 17 años. Hablamos de Lorde con su tema ‘Royals’, quien fue considerada un diamante en bruto recién descubierto, el secreto además de su indiscutible talento con la voz fue su inusual seudónimo.
Ella Marija Lani Yelich-O’Connor. Este es el nombre real de la cantante neozelandesa criada en Auckland que está por alcanzar los 25 años este siete de noviembre, su seudónimo corto e imponente llamó la atención de todo el mundo y la pregunta obvia no tardó en venir: ¿Por qué se llama Lorde?
Desde pequeña ha estado interesada en los temas de la realeza y la aristocracia en los cuales el término “Lord” se repite constantemente en la historia, pero este le parecía muy masculino (y lo es), por lo que agregó una “e”. En realidad no se trata solo de un seudónimo, sino una esencia o una actitud que creó para vencer la timidez.
En entrevista para el sitio The Fader, la neozelandesa habló de lo que esto significa a la hora de hacer un performance.
“He actuado en obras teatro y otras cosas toda mi vida, y definitivamente hay un aspecto de fingir un poco. Entrar en una especie de papel. Obviamente, entretener a un público enorme no es lo mejor que puede hacer una persona tímida. La confianza es rara. No soy una persona muy confiada. Así que solo cambio un poco eso. La gente viene a verte presentar el material que amas, así que tienes que llevarlo a otra dimensión”, confesó.
Como dato curioso, la neozelandesa tiene sinestesia, es decir, tiene una condición neurológica que le permite ver algunos colores cuando escucha ciertas notas musicales.
Este año está de regreso con un nuevo álbum “Solar Power”, después de cuatro años de ausencia tras “Melodrama” en 2017 y su álbum debut “Pure Heroine” en 2013. Ahora con dos premios Grammys, dos Billboard y tres MTV, Lorde ya es una cantante, compositora y productora a quien seguro la timidez cada vez le cuesta menos.