Marie Thérèse Arango, la patrona de los artesanos mexicanos

PERSONAJES

La empresaria ve desafiada la labor del Museo de Arte Popular por la pandemia, que ocasionó una disminución en los apoyos que dan a los artesanos.

COMPARTE ESTA NOTA
Aún queda mucho por hacer”, dice la fundadora y presidenta vitalicia del museo tras 21 años en su cargo.

Veintiún años al frente del Museo de Arte Popular (MAP), la institución más importante en cuanto a artesanías mexicanas se refiere, le otorgan a Marie Thérèse Arango el título de la patrona de los artesanos de México. 

Llegó a los 17 años a México con su familia en los sesenta, huyendo de la revolución en Egipto, y aquí conoció a su esposo Manuel Arango, el empresario mexicano que cofundó la cadena de restaurantes Vips y Aurrerá y que en 1972 ganó un Oscar como productor del cortometraje Centinelas del silencio, que trata sobre las antiguas civilizaciones mexicanas. 

“Aquí encontré marido, familia, amigos… siento que le debo muchísimo a México. Me dio la vida. En el MAP conocí una pasión con la que le devuelvo al país un poco de lo que me dio”, me dice. 


Ahora su trabajo al frente de esta institución nacional se ve desafiado por la pandemia, que ha hecho que los ingresos que el museo pueda conseguir para los artesanos y lo que ellos puedan obtener por su cuenta en sus comunidades a través de la venta directa, se vuelvan prácticamente nulos.

 “La situación, si bien es mala para todos, es peor para los artesanos porque no hay turismo extranjero, que es su principal mercado, y tampoco hay turistas mexicanos. La mayoría no tiene ahorros para sobrevivir tantos meses”, comenta.

Pero, comenta riendo, ella y su patronato, en el que se encuentra Cecilia Moctezuma (esposa de Esteban Moctezuma, actual Secretario de Educación) y Liliana Melo de Sada, descubrieron la plataforma Zoom a raíz de la pandemia e idearon una serie de charlas gastronómicas para recaudar fondos y seguir apoyando a estas manos mexicanas comprándoles sus piezas y apoyándolos en sus necesidades.

 Un caso reciente es el de la familia López en el Barrio de la Luz, Puebla. La comunidad es famosa por las ollas gigantes y otras piezas que crean para hacer mole y el horno de esta familia de artesanos se había averiado desde el sismo de septiembre de 2017. 

Marie Thérèse y su patronato se comprometieron a ayudar y juntaron los 90 mil pesos que se necesitaban para repararlo. Les fue tan bien que incluso recaudaron más y con ese excedente compraron mantas de lana y otros productos a una comunidad de artesanos y las regalaron a los niños con cáncer. 

Próximamente tendrán una subasta y en enero realizarán un evento en colaboración con diseñadores mexicanos. “Seguimos acercándonos a todos los artesanos para que nos busquen, para poder ayudarlos, en especial a los más humildes. 

Además del museo, tenemos un proyecto con las tres tiendas del MAP, que empezó con la pandemia: una tienda virtual.

Nos abocamos a hacer un catálogo extraordinario de todas las piezas que en un mes se agotó y sacamos otro”, me dice, y añade que sus esfuerzos con aliados internacionales continúan. 

Tan es así que Estée Lauder les acaba de donar cinco mil dólares y recibieron la misma cantidad de una benefactora de Londres. 

La curaduría que realizan para las tiendas, además, es impresionante. Hay todo tipo de piezas que provienen de distintas partes del país y en todos los rangos de precios. “En estos 21 años al frente del museo he sido feliz e infeliz”, reflexiona ella. 

Como institución cultural ahora reciben mucho menos presupuesto del gobierno. “El apoyo debería existir. Somos la base de México, no somos un arte sacro ni de lujos. Somos un arte que hacen 12 millones de artesanos más sus familias”, agrega. 

Ahora que se han ido levantando las restricciones y la gente ya se anima a viajar de manera nacional, ella recomienda visitar y apoyar a las comunidades de artesanos. “No tienen que venir directamente al museo a comprar, aunque aquí nosotros hacemos la curaduría y apoyamos a los que verdaderamente lo necesitan y trabajan sus piezas.

 Lo único que les diría es que no regateen nunca, es una muy mala costumbre”, explica. En especial, recomienda visitar Michoacán pues sus artesanos permanecen todavía desconocidos.



Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
  • Aracely Garza