Conoce a María José Fernández y su camino hacia el bienestar a través del yoga

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En entrevista, María José Fernández nos platica sobre sus inicios en la práctica del yoga y el proceso en cada una de sus clases.

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María José Fernández

Practicar yoga, no sólo la ha ayudado a mejorar su flexibilidad y su respiración, también ha encontrado en esta práctica su camino de bienestar a través de la autocompasión, misma energía que transmite en las clases que imparte. En entrevista, María José Fernández nos detalla cómo ha sido este proceso.

María José, queremos partir desde tu concepto de yoga, ¿qué significa para ti?

Estar en armonía con mi cuerpo, mente y espíritu. Mucho más allá de que me ayuda con la alineación de mi cuerpo, flexibilidad y fuerza, me permite observar cómo me siento en ese momento y estar en paz con todo lo que tengo pendiente por hacer. 

​Soy abogada y me encanta, pero conlleva una gran responsabilidad que, si no guardas un poco de tiempo para ti mismo, se puede sentir pesado, y el yoga me da la oportunidad de ponerme a mí primero.

María José Fernández

Cuéntanos de tus inicios en esta práctica, ¿desde hace cuánto lo realizas y cuánto tiempo le dedicas?

Desde el 2017, comencé a practicar con Cecy Alcaraz y Andrea Garza, porque una maestra de la prepa me recomendó hacer yoga, ya que tenía una lesión lumbar que no se me quitaba con nada. A la semana de que comencé a practicar, ya me sentía mucho mejor y dije, ‘Ahí es’.

También extrañaba mucho mis clases de baile que tomaba de niña y el Vinyasa Flow, sobre todo, es parecido, ya que te da flexibilidad, fuerza y buena compañía/comunidad. Ana Marcela Chávez, mi maestra del HYTT, recomienda por cada clase que das, tomar dos más, por lo que le intento dedicarle ocho horas por semana.

Sabemos que actualmente das clases en Inshala y Beyond, ¿qué te inspiró a convertirte en maestra y cuál es tu propósito?

Se dio casi naturalmente, porque quería tomar un Teacher Training, pero para profundizar más en mi práctica personal. Sin embargo, uno de los requisitos para graduarte era dar clases, así que comencé a darlas y sentí mucho agradecimiento e interés por la gente que las tomaba, por lo que ahora intento, por lo menos, guardar una hora de mi semana para dar una clase.

Cuando doy clase, mi propósito es que durante esa hora que practiquemos, la gente pueda conectar con sus emociones y hacerse un autodiagnóstico físico y emocional, para que durante esa hora puedan soltar lo que llevan cargando durante el día y transformarlo en energía positiva.

“Intento transmitir la autocompasión, que la gente se ame y encuentre un lugar seguro para fluir sin preocupaciones de ser juzgado”.

¿Qué tipo de certificaciones y capacitaciones has tomado?

Tomé un certificado de Chakra Vinyasa que constó de 50 horas, en San Luis Potosí, y acabo de terminar en septiembre el training de Healing Yoga Teacher Training de 200 horas, de Ana Marcela Chávez/INSHALA.

¿Qué es lo que tratas de transmitir en tus clases?

Intento transmitir la autocompasión, que la gente se ame y encuentre un lugar seguro para fluir sin preocupaciones de ser juzgado. Lo más bello del yoga es que, a diferencia de otras disciplinas, no exige perfección, no hay una sola manera de hacer las cosas y para todas las posturas existen variaciones.

¿Tienes alguna filosofía o enfoque que guíe tu enseñanza y tu práctica personal?

Creo que se deriva de que me entrené con el HYTT de INSHALA y de que eso busco para mí misma en mi práctica personal. Mi enfoque está en que la gente se sienta bien, libre de sus pensamientos limitantes y pendientes, que en su lugar fluya.

¿En qué consiste la disciplina del vinyasa flow?

Combina la práctica física del yoga (las asanas/posturas) con transiciones de una postura a otra, muy dinámicas, que permite que conectes con tu respiración y atención plena, por lo que se vuelve una meditación en movimiento que genera bienestar y desintoxica el cuerpo, así como la mente del estrés.

¿Cómo crees que la práctica del yoga puede influir positivamente en la vida cotidiana, especialmente en el mundo actual?

Te permite estar más presente, y al cultivar la conciencia, nos volvemos capaces de gestionar el estrés, mejorar las relaciones interpersonales y tomar mejores decisiones. El yoga te da un kit de herramientas para mantener la calma y, consecuentemente, una perspectiva más compasiva, lo cual resulta en una vida más significativa y plena, así como una pausa en un mundo que va a mil por minuto.

Para concluir, ¿qué crees que deba buscar la persona que se inicia en esta disciplina?

Conocerse más a sí misma, sanar heridas y tener un cuerpo físico con mucha movilidad y fuerza.

Desde que practico yoga…

“Definitivamente vivo más consciente de mis emociones y de mi salud de manera integral, y cuido más lo que consumo en general, por ejemplo: mi alimentación, lo que veo en la tele, mis temas de conversación, etc.”.

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Instagram | @mariajosefch


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  • Claudia Salazar