Si creían que habían visto antes lo mejor de Angelina Jolie, no se imaginan lo que "María Callas" tiene preparado para ustedes, ya que no solo muestra el lado más vulnerable de la artista, sino que también revive a una de las grandes divas de la ópera.
Y es que, en esta película de Pablo Larraín, se cuenta el trágico final de una de las cantantes de ópera más importantes de la historia. Sin embargo, es difícil saber qué fue real y qué no, por lo que recordamos cómo fueron sus últimos días de vida.
¿Quién fue María Callas?
Maria Anna Cecilia Sophia Kalogeropoulos nació el 2 de diciembre de 1923 en Nueva York, de padres inmigrantes griegos que más tarde acortaron el apellido de la familia al anglicanizado "Callas".
A los 13 años, sus padres se separaron y Callas se mudó a Atenas con su madre y su hermana, Jackie. Allí, comenzó su educación musical con entrenamiento vocal en el Conservatorio Nacional Griego, según su biografía en el sitio web del Museo Maria Callas. Cuando tenía 17 años, hizo su debut profesional.
Continuó actuando en escenarios internacionales en Grecia, Italia, Londres y Estados Unidos con gran éxito. En 1956, abrió la temporada de la Ópera Metropolitana de Nueva York con un papel principal en Norma y fue aclamada como "reina de la ópera mundial" por TIME.
Gracias a su dramático rango vocal y a su vida personal igualmente dramática, Callas era un nombre familiar. Sin embargo, a mediados de la década de 1960, su famosa voz comenzó a fallar y se retiró del escenario operístico. La última representación pública tuvo lugar en 1974 en Sapporo, Japón, según el museo, hasta que murió el 16 de septiembre de 1977 a los 53 años.
Los últimos días de María Callas
Los últimos días de María Callas estuvieron marcados por la soledad y el deterioro de su salud. Retirada de los escenarios y alejada de la vida pública, la soprano vivía en su apartamento de París, donde su única compañía eran sus recuerdos y una rutina de medicamentos para aliviar su malestar.
Aunque muchos creían que deseaba regresar al canto, la realidad era distinta: estaba agotada, tanto física como emocionalmente, y sus nervios no soportaban la presión de volver a actuar. Su voz, que una vez la hizo inmortal, había sufrido demasiado, y con ella, su espíritu.
La enfermedad que la afectó durante décadas, la dermatomiositis, le provocaba constantes dolores musculares y problemas en el sistema nervioso. Estos síntomas, que la aquejaban desde los años 50, explicaban la pérdida de control sobre su voz y la fatiga extrema que la acompañaba.
Aunque en 1975 fue finalmente diagnosticada, ya era demasiado tarde para revertir los daños. El tratamiento con esteroides le trajo un alivio temporal, pero los efectos secundarios la hicieron abandonarlo, lo que solo empeoró su condición.
Su vida personal tampoco le brindó consuelo. El amor que buscó incansablemente nunca le dio la estabilidad que anhelaba. Tras la traición de Aristóteles Onassis y el fracaso de su relación con Giuseppe Di Stefano, Callas quedó atrapada en una rutina de aislamiento.
Su sufrimiento la llevó a automedicarse con Mandrax, un sedante que la ayudaba a sobrellevar sus dolencias. Sin embargo, ni los fármacos ni su legado artístico pudieron llenar el vacío que sentía.
¿De qué murió María Callas?
María Callas falleció el 16 de septiembre de 1977, a los 53 años, en su apartamento de París. La versión oficial indicó que su muerte fue causada por un infarto, pero su estado de salud en los años previos sugiere que hubo múltiples factores involucrados.
La dermatomiositis debilitó su cuerpo, mientras que el uso de medicamentos, en particular los sedantes, pudo haber contribuido a su fallecimiento. A pesar de las especulaciones, no hubo evidencia concluyente de un suicidio, aunque su vida estaba marcada por la tristeza y la fatiga emocional.
Algunos expertos sugieren que la combinación de su enfermedad y la automedicación aceleraron su deterioro. Se sabe que Callas había tomado Mandrax en varias ocasiones, un medicamento que deprime el sistema nervioso central.
Además, el abandono de los esteroides trajo consigo el regreso de los síntomas de su enfermedad, dejándola en un estado de sufrimiento constante. Su aislamiento y la falta de atención médica adecuada también pudieron haber influido en su muerte.
Más allá de la causa específica, la muerte de María Callas simbolizó el final de una vida llena de sacrificios, éxitos y desilusiones. Su voz ya no era la misma, su cuerpo no le respondía y su espíritu estaba agotado.
La soprano que conquistó los escenarios más importantes del mundo murió sola, lejos de los aplausos y de aquellos que alguna vez la idolatraron. Sin embargo, su legado sigue vivo, inmortalizado en sus grabaciones y en la memoria de quienes la siguen admirando como La Divina.
¿Verás la película?