La vida de Marga López, una de las actrices más queridas de México, estuvo marcada por momentos de éxito, desafíos personales y la búsqueda constante de un hogar perfecto para su familia. Y, aunque afortunadamente, la encontró, la historia no terminó como esperaba.
De hecho, la mansión de la diva mexicana fue tan famosa, que incluso tuvo su propio nombre: Casa Bonita. Pero, al igual que muchas cosas en la vida de la actriz, tuvo muchos problemas para mantenerla. Sigue leyendo y entérate de los detalles.
La historia de la mansión de Marga López
Después de la disolución de su matrimonio con Carlos Amador, con quien tuvo dos hijos: Carlos Amador Junior y Manuel, Marga López se enfocó en encontrar una casa que cumpliera sus deseos de ofrecer un hogar espacioso y acogedor para su familia.
La actriz soñaba con un lugar grande y hermoso, ideal para recibir a familiares y amigos. Así fue como, en medio de su búsqueda, encontró la casa de sus sueños en San Angelín, una zona pintoresca y cercana a los estudios San Ángel, que aún no eran propiedad de Televisa en aquella época.
La residencia era de estilo californiano y cumplía con todas las expectativas de Marga: tenía dos piscinas, una grande y una pequeña, y una parrilla que se convirtió en el centro de las parrilladas dominicales, donde se reunían amigos y familiares.
Era un sueño hecho realidad para la actriz, así que fue bautizada como "Casa Bonita" por Marga y sus hijos. Desafortunadamente, su precio parecía inalcanzable.
En ese entonces, durante su estancia en México, el célebre director Luis Buñuel seleccionó a Marga para su película “Nazarín”, un papel que marcó un hito en su carrera, pues la película no solo fue un éxito local, sino que también ganó el Gran Premio en el Festival Internacional de Cine de Cannes, lo que le abrió las puertas del cine español.
Este reconocimiento le permitió a Marga reunir los fondos necesarios para adquirir la Casa Bonita, a pesar del elevado precio que pedía el propietario, un hombre de apellido Serb.
Con el paso del tiempo, la modernidad alcanzó a San Angelín y el Periférico Sur fue construido, pasando por encima del hermoso jardín de la Casa Bonita. El progreso afectó no solo a su hogar, sino también a las propiedades vecinas, cuyos dueños no recibieron compensación adecuada.
El final de la mansión de Marga López
El Periférico Sur cambió para siempre el ambiente de la Casa Bonita. Las tradicionales parrilladas dominicales, que solían ser eventos privados y exclusivos, ahora estaban a la vista de los transeúntes. Esto, junto con otros factores, hizo que la casa perdiera su valor como residencia privada y se volviera invendible.
Fue entonces cuando el hijo menor de Marga tuvo una idea ingeniosa. Sugirió a su padre usar sus conexiones en Televisa para que la empresa comprara la casa, dada su proximidad a los estudios. Así, la Casa Bonita fue adquirida por Televisa y transformada en un centro de formación para jóvenes actores, función que sigue desempeñando hasta el día de hoy.
A pesar de los cambios y los desafíos, la Casa Bonita siempre ocupó un lugar especial en el corazón de Marga. Fue allí donde comenzó su romance con Arturo de Córdoba, el amor de su vida. Finalmente, tras vender el lugar, la actriz se mudó a Jardines del Pedregal, donde vivió hasta su fallecimiento en 2005.
¿Lo sabías?