Maradona desmitificado: una plática con los tres actores que lo interpretan en la nueva serie

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"Maradona: Una plática con los actores de la serie"

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Los tres actores que lo interpretan en la serie coinciden en que el deportista 'Maradona' se convirtió, para muchos, en una figura casi mitológica.

Debo confesar que conocía más de los escándalos que de la vida y los triunfos de Maradona. Y es que los escándalos fueron los que me tocaron en mi época: las drogas, los hijos no reconocidos, las tantas entradas a rehabilitación…

No conocía, además, su origen tan paupérrimo. Las villas, como le llaman en Argentina, son el escenario donde empieza la serie Maradona: el sueño bendito, que se estrena el 29 de octubre en Amazon Prime. Ahí vemos al niño Diego, a quien apodaban “Pelusa”, viviendo en las más humildes condiciones, en una casa con techo de lámina, sin agua potable, hijo de un obrero y un ama de casa apasionadamente peronistas.

Y eso es precisamente lo bonito de esta producción, ese sueño bendito. Ese niño que, claramente, nació con un don y una determinación de acero, que unió a la Argentina de la década de los ochenta, que hacía posible cualquier milagro para la afición y que era el orgullo de sus paisanos a nivel internacional.


Aunque la serie no deja a un lado la problemática y escandalosa vida del Pibe de Oro, vemos también sus bondades y su lucha. Desde su incursión en su primer equipo de futbol, Los Cebollitas, hasta la primera casa que le compró a su familia, donde su papá aparece maravillado por el agua que sale de la llave de la cocina. La historia ahonda al contar por qué Maradona fue lo que fue y por qué es el ídolo que representa a tantos.

La serie presenta al astro del futbol en tres etapas importantes de su vida, para lo cual se valieron de tres actores argentinos con quienes hicieron un trabajo de caracterización tremendo: Nazareno Casero, Nicolás Goldschmidt y Juan Palomino lo representan en su etapa de joven, ya consolidado como futbolista, así como su posterior vida problemática fuera de la cancha, respectivamente.

Me queda claro, al ver la serie y platicar con estos tres actores, que Maradona fue más que un increíble futbolista, tal vez el mejor del mundo. Fungió como un factor de compensación para una Argentina que atravesó por varias dictaduras militares e innumerables frustraciones sociales. Para muchos fue, incluso, una especie de escape a esas desilusiones colectivas. Solo adentrándonos en ese contexto podemos comprender por qué, además, en Argentina y en muchos lados se le venera como una figura divina.

Como argentinos, ¿qué significó hacer el papel de Maradona?

Nazareno Casero: Es un personaje que pasa la comprensión normal de una persona, es un ser legendario que estará en los anales de la historia como alguien que hizo y deshizo a su gusto. Entonces es como yo lo comparo: con un dios humano o con un dios pagano. Acá, cuando la gente te habla de Diego entra como en un trance, pierde todo tipo de sentido. Es muy difícil que una persona logre provocar eso, y si alguien lo quiere replicar no va a poder, sobre todo el ser capaz de generar esos sentimientos en la gente. Es un personaje que es mitológico y por eso estamos mostrando al hombre detrás de la leyenda, esa es la premisa.

Juan Palomino: Fue alguien que puso sus convicciones por encima de su conveniencia, también eso lo hace, como dice Nazareno, un dios pagano, un hombre que supo ubicarse y supo tener una visión de 360 grados para afrontar esa responsabilidad, con todo lo que eso significa: lo bueno, lo malo y lo contradictorio, que en definitiva representa al ser humano.


Me encanta que no se omitió esta parte histórica de cómo creció en medio de una dictadura militar y que fue un ídolo colectivo que llamaba al sentido de comunidad de los argentinos. 


Nicolás Goldschmidt: Muchas veces un escape y otras un reflejo de la sociedad, de esta manera él desvelaba algunas problemáticas que había. A partir de un momento empezó a tener un compromiso político que era muy importante también para una figura de tal envergadura.

Su origen tan humilde lo volvió, además, una especie de ídolo de los desposeídos...

Nazareno Casero: Es la muestra cabal de que todo es posible. Eso le hace ver también a la gente que un pibe que estaba posiblemente destinado a otra cosa, torció totalmente su destino y pudo hacer todo, porque hizo todo. Ese recorrido hace que muchas personas encuentren empatía y digan: “Yo quiero que ese chico, que lo estoy viendo en la pantalla y que es muy pobre, se coma al mundo entero y que gane”. Es un motor de esperanza. Mostrar que esta persona lo logró es una victoria para todos de alguna manera.

¿Hay algo que se llevaron de él tras encarnarlo?

Juan Palomino: En mi caso, reafirmar mis convicciones. La vida es para construir, determinar la identidad y yo soy de una generación donde un referente para mí fue salvando la distancia sociopolítica. Es fue Muhammad Ali, un boxeador que no solamente se quedó con ser el mejor de los pesos pesados, sino que también tenía una mirada sobre lo que significa ser afrodescendiente en Estados Unidos y no se enroló en el ejército para ir a la Guerra de Vietnam, que le cuesta su título mundial, y su vínculo con Malcolm X, con los Pantera Negra. Hay ahí un componente maradoriano que yo lo emparento siempre con Ali, en tiempos totalmente distintos. Y eso lo hace la figura épica de David contra Goliat, porque en ese sentido Maradona tiene esa actitud de tener convicciones muy férreas, de venir de un lugar al que nunca abandonó y nunca dejó de mirar.


Eso también lo lleva a cometer torpezas, seguramente con sus propias contradicciones, pero también la irreverencia de Maradona tiene que ver y esta es muy gráfica en el gol a los ingleses con la mano. Solo a él se le puede ocurrir meter un gol con la mano en un mundial y frente a los británicos. No se escatimó, además, la construcción histórica, se podrían haber evitado un montón de cosas que tienen que ver con los políticos, pero Maradona es esencialmente un animal político. Más allá de dónde esté parado ideológicamente, es un hombre que supo andar y escuchar en su momento determinado y sabe que esa identidad, esa pobreza responde también a un sistema, porque definitivamente nadie es pobre porque quiera serlo.

Entonces, ¿parte de lo que vamos a ver es también un poco del héroe nacional desmitificado?

Nazareno Casero: Sí, el trayecto. ¿Por qué llega ahí?, ¿cómo llega ahí? Es interesante hacer el recorrido porque lo desnudamos de prejuicios, de ideas y de preconceptos.

Yo tengo una frase que es: ¿cómo vos podéis decirle algo al número uno si vos ni siquiera estás en el podio? ¿Cómo vos podéis decir que hubiese hecho esto o el otro? Solamente es admirarlo, verlo y decir: bueno, esta es la realidad. Depende de dónde mire uno puede ver su faceta victoriosa y ver sus grandes alegrías, pero también vamos a ver su tristeza, lo que le costó alcanzar la cima.

Nicolás Goldschmidt: Algo fundamental de desmitificarlo es humanizarlo, mostrar esa sensibilidad que nos acerca mucho a entender el hecho de que un ser humano no es complejo y que tiene muchas aristas. Eso que es una parte fundamental de mitificar a Maradona.

¿Ya se imaginaron a los muchos millones de apasionados del futbol que van a ver la serie? Yo no veo futbol, pero definitivamente Maradona es un personaje que me inspira.

Juan Palomino: Ahí está la clave. La presencia e identidad de ese hombre, sus latidos y las zonas claroscuras. Todo eso lo convierte, como dice Nazareno, también en un dios pagano, es un ángel caído, un ave fénix que se levanta, se reconstruye y se contradice. Eso es lo más interesante, porque además del futbol, está esa presencia tan ausente en estos tiempos. Entonces no es un panegírico, pero en definitiva lo que van a ver es a una persona que lo dio todo.



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  • Aracely Garza