Si de algo no queda duda es que, la belleza de Maite Perroni enamora a cualquiera y es que, su rostro ha sido considerado como uno de los más bellos dentro del medio artístico. Su talento, profesionalismo y personalidad la han colocado como una de las favoritas de la audiencia y en esta ocasión sorprendió a sus seguidores de redes sociales al posar con un arriesgado vestido de terciopelo.
La mexicana de 38 años de edad, deslumbró a sus más de 10 millones de seguidores en Instagram al compartir una serie de fotografías luciendo un elegante y atrevido traje negro. En la descripción del post la también cantante escribió:
“Y como la luna, la mayoría pasamos por fases de vacío para volver a sentirnos llenos”.
Hasta el momento la publicación lleva más de 214 mil “likes”, y más de 2 mil comentarios en los que sus fanáticos halagan su belleza y le desean éxito en sus próximos proyectos laborales.
A más de un año después del estreno de “Oscuro deseo”, en Netflix, Maite Perroni y Alexander Speitzer volvieron imparables para continuar con la historia de Alma y Darío en una intensa y acalorada segunda temporada, que se ha posicionado dentro de las primeros lugares de reconocimiento en la plataforma de streaming desde su estreno el pasado 2 de febrero.
El protagonista de la historia, Alejandro Speitzer reconoció que le costó trabajo interpretar a Darío por la complejidad del personaje:
"Está tan alejado de mí y me resulta difícil conocer una de estas personalidades, por eso me acerqué a mi psicólogo mayor. Llegamos a la conclusión de que era un sociópata. Entonces, quise trabajar para captar detalles de esta patología en mi eficiencia. Son muy refinados, pero están ahí".
Por último la actriz explicó que su personaje le ayudó a entender que a pesar de que una mujer sea autosuficiente e inteligente también se puede convertir en una víctima:
"Tuvo que entender que, a pesar de ser una mujer inteligente y autosuficiente, una profesora y una abogada que defendía a las mujeres, su valor, su individualidad y sus derechos, de repente se convierte en una víctima de sus propias palabras y creencias".