Hace una semana, Madonna fue duramente criticada en las redes sociales por recrear la escena del lecho de muerte de Marilyn Monroe, y tal parece que a la cantante no le importó lo que dijeron de ella, pues sigue compartiendo fotos del photoshooting.
En la última entrevista de portada de 'V Magazine', se vio a la cantante, de 63 años en sus fotos más controversiales hasta ahora, no sólo recreando la muerte de la diva, sino también varios looks con joyas, de fiesta, cigarrillos, y otros accesorios.
Además, compartió más fotografías de la polémica escena donde se ve acostada boca abajo en un colchón exponiendo su detrás, mientras que en otra toma se podían ver frascos de pastillas recetadas junto a una mesita de noche.
Una fotografía de la escena del lecho de muerte parece inquietantemente similar al escenario creado por el fotógrafo Steven Klein, y los fanáticos se apresuraron a expresar sus sentimientos de mal gusto esa semana.
El fotógrafo dijo que se inspiró en la serie de Bert Stern "The Last Sitting", que se cree que es la última sesión de fotos en la que se sentó Marilyn Monroe, seis semanas antes de su muerte el 4 de agosto de 1962.
La reina del pop, que está promocionando su nuevo documental "Madame X", también mostró su gran estilo al posar en un corpiño mientras estaba rodeada de guardaespaldas masculinos.
Algunos de los aspectos más destacados de su entrevista incluyeron hablar sobre el controvertido álbum "Donda" de Kanye West, que dijo que es "lo único" que la ha inspirado entre la música reciente. La artista dijo que estaba intrigada de que el rapero estuviera "trabajando hacia el fracaso" en una entrevista con el dramaturgo Jeremy O. Harris.
Pero el enfoque del photoshooting de portada fue su increíblemente atrevida sesión que la hizo lucir de 33 años, no de 63.
Klein escribió en una introducción que él y Madonna no estaban "interesados en recrear las imágenes exactamente", pero intentaron "capturar el vínculo entre una estrella y la cámara, el misterio y la magia de esta colaboración creativa".
Como homenaje a la serie original, que presenta varias fotos desnudas de Monroe y muchas imágenes inusualmente desprotegidas, Madonna no dudó en posar de la misma forma.
Otras fotos de portada mostraban a la diva en primer plano, enfatizando sus rasgos que desafían la edad mientras se pasaba hebras de perlas y diamantes por sus labios.
Fue vista con glamorosas pieles blancas en una habitación de hotel desordenada, con frascos de pastillas recetados colocados en una mesa de noche como referencia a la dependencia de las drogas de Monroe en sus últimos años.
En algunas de las imágenes en blanco y negro, llevaba un corpiño inspirado en algunos de sus primeros looks de su gira y cubierto con gruesas hebras de joyas que le llegaban hasta las piernas.
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