Aunque la boda de Michelle Salas y Danilo Díaz se llevó a cabo el pasado fin de semana, nos queda claro que todo México seguirá hablando del evento hasta que regrese de su luna de miel. Y, como era de esperarse, la persona más comentada de la ceremonia, además de la pareja, fue Luis Miguel.
Como bien saben, el padre de la modelo ha tenido una relación muy complicada con su hija desde hace varios y, debido a esto, no se sabía si asistiría a su enlace nupcial. Sin embargo, su presencia fue confirmada por asistentes en el evento y, al parecer, su comportamiento extraño sorprendió a todos.
¿Luis Miguel fue a la boda de Michelle Salas?
Sí, Luis Miguel sí fue a la boda de su hija, Michelle Salas, con Danilo Díaz en Italia. Sin embargo, las únicas fotos oficiales del evento, que fueron compartidas exclusivamente con Vogue, no muestran en ningún momento al padre de la novia, por lo que esto ha creado mucha confusión entre los internautas en redes sociales.
No obstante, en la entrevista que la modelo dio a la revista, mencionó que contó con la presencia de sus padres. Además, asistentes de la boda revelaron extraoficialmente a los medios que "El Sol" no solo llegó al castillo italiano, sino que también tuvo uno que otro gesto de cariño con su hija.
Por supuesto, una de las incógnitas más discutidas de la presencia de Luis Miguel en la boda fue si, como cualquier padre, llevó al altar a su hija, pero los reportes han sido contradictorios. Mientras que algunos reportan que el cantante sí caminó con su hija, otros señalan que lo hizo Stephanie Salas.
El comportamiento de Luis Miguel en la boda de su hija
Hay mucho qué decir sobre la boda de Michelle Salas y Danilo Díaz, siendo uno de los eventos sociales más esperados del año en México. Celebrada en la majestuosa hacienda "Il Borro," la ceremonia no solo destacó por su opulencia y lujo, sino también por algunos momentos sorprendentes que dejaron a los invitados boquiabiertos.
Según uno de los reportes de los asistentes, uno de los momentos más inesperados de la boda fue cuando Luis Miguel acompañó a su hija Michelle hasta el altar, pero lo hizo de una manera poco tradicional. Y es que, inicialmente, Stephanie Salas llevó a la novia desde la entrada de la hacienda, pero solo hasta la mitad del camino.
En ese punto, sorprendentemente, Luis Miguel se unió a ellas y caminó con Michelle hasta el altar. Este acto conmovedor y poco común dejó una impresión duradera en los invitados y demostró que, pese a los obstáculos, todavía existe un fuerte vínculo entre padre e hija.
Otro momento que causó asombro durante la celebración de la boda fue la cena. Durante este banquete, Stephanie Salas y Humberto Zurita se unieron a los novios en la mesa principal. Pero lo que más llamó la atención fue que Luis Miguel y su actual pareja, Paloma Cuevas, compartieron la misma mesa. A pesar de ser una configuración inusual, aparentemente hubo un ambiente de complicidad y armonía, donde los lazos familiares superaron cualquier tensión potencial.
Sin embargo, lo que realmente dejó a todos los invitados atónitos fue el comportamiento de Luis Miguel durante la fiesta. A pesar de estar rodeado de amigos y familiares, y aunque se le veía feliz, el famoso cantante permaneció sentado durante toda la noche. Sorprendentemente, Luis Miguel no se unió a la pista de baile ni se sumó a la diversión de la celebración, algo inusual para un evento de esta magnitud.
Este gesto fue especialmente llamativo porque no solo se mantuvo sentado, sino que también se negó a interpretar algunas de sus famosas canciones. A pesar de las expectativas de que "El Sol" podría deleitar a los invitados con su música, no se produjo ningún número musical por parte del cantante.
Esto dejó claro que Luis Miguel quería que la atención de la noche se centrara exclusivamente en los novios y no en su propia fama. Ciertamente, fue un noble gesto, pero dejó a todos extrañados con su comportamiento.
¿Te lo imaginas?