La historia de Paco Stanley es una que causa morbo, indignación, intriga e incluso nostalgia. Era 1999, gobernaba Ernesto Zedillo, la televisión abierta era el rey del entretenimiento y figuras como las de Paco eran prácticamente omnipresentes y poderosas.
Por ello su asesinato, tan enigmático como él, sigue impactando a una generación para la que él era intocable y para la cual su muerte, a las afueras de un restaurante en el entonces DF, causó un shock que algunos podrían equiparar con el causado por el asesinato de Luis Donaldo Colosio, cinco años antes. Paralizó el país ese día.
Luis Gerardo Méndez recuerda ese día, a sus 17 años, como si fuera ayer.
“Me acuerdo de la sensación que sentí en el cuerpo al escuchar la noticia y estar pegado a la televisión durante días y semanas viendo cómo se iba desarrollando el caso”, me cuenta el actor, quien interpreta a Mario en la serie sobre el asesinato de Stanley, ¿Quién lo mató?. La historia ha causado tal conmoción, que se ha convertido en la producción más vista en la historia de Prime Video México.
Para el actor, este evento se volvió, en cierta forma, el primer reality show en el país.
“Todos los días había una nueva versión y un nuevo acusado. Fue un circo mediático muy grande y eso nunca antes había pasado; la coyuntura periodística y política del caso era tremenda. De alguna manera es lo que empieza a quitarle la capacidad de asombro al mexicano”, agrega.
La historia puede ser interesante para las nuevas generaciones que no crecieron en la época del conductor en la televisión y que, al ver la serie, se pregunten cómo es posible que una persona del entretenimiento haya logrado acumular tanto poder.
Ese mismo Paco, que tuvo sus programas ¡Pácatelas! y Una tras otra, con un rating impresionante, hoy probablemente sería cancelado en redes sociales. El país, al menos en cuestiones de entretenimiento, ha cambiado tremendamente en los 25 años que han pasado desde que murió a sus 56 años.
“En ese entonces era la única opción. Ahora, además de las plataformas de streaming, tenemos redes sociales donde cada quien tiene su propio canal para mostrarle al mundo lo que quiera. En ese entonces ellos dictaban todo y lo que decían en sus programas era la verdad absoluta. No había modo de contrastar eso. Y ellos, hablando particularmente del caso de Paco, decían qué era la comedia y qué era divertido”, explica.
Pero para Luis Gerardo, la serie va mucho más allá de eso, porque nos hace cuestionar las fallas del sistema de justicia mexicano y cómo somos los mexicanos como sociedad.
“Es interesante porque nos ayuda a recordar que hay que cuestionarlo todo y no conformarnos con la primera versión que se nos da. En su momento, Paco era una figura muy amada y nos brindaba un entretenimiento que era permitido y celebrado. Este programa, y la televisión en sí, de alguna manera nos educaba. Yo crecí viendo eso. Llegaba de la escuela con mi hermano, comíamos y después veíamos ese programa con mi papá y mi mamá. Ver la serie nos puede ayudar a entender porqué somos como somos y todo lo que hemos tenido que dejar de aprender y desaprender del modo en que se trataba a la mujer en ese momento”, agrega.
Le pregunto al actor si cree que un personaje como Paco Stanley se volvería a dar actualmente en México.
“No, de ninguna manera. No así. La cantidad de gente que ve televisión abierta hoy en día, comparada con la que había en los noventa u ochenta, no tiene ningún punto de comparación. Entonces, eso por un lado se acabó y por el otro hay muchísimas más opciones. Eso yo lo celebro muchísimo”, concluye.