El movimiento #FreeBritney y el documental realizado por The New York Times, Framing Britney, ha hecho que las injusticias sociales hacia las estrellas femeninas sean expuestas y han empoderado a las mismas, causando que los fans de las artistas alcen la voz y pidan un cambio. En esta ocasión, Lindsay Lohan es de quien se habla. La exposición de su vida privada en los medios de comunicación masivos causó problemas severos en la salud de la actriz, siendo justificados con el pretexto de que sus problemas mentales fueron superados hace mucho tiempo
En los últimos días se ha viralizado la entrevista que tuvo en el programa nocturno de David Letterman en 2013, programa en el que comenzó su carrera como actriz, en 1992, siendo un contenedor de basura. En la entrevista de 2013 intenta hablar sobre la promoción de su película que estaba a punto de estrenarse, Scary Movie 5 y el entrevistador no le permite hacerlo, cambiando el tema de conversación hacia los problemas que ha tenido con su rehabilitación. Menciona sarcásticamente que ha estado más veces en la corte por robar, a lo que Lohan responde inteligentemente evadiendo el momento incómodo con una broma sobre robar la taza que está utilizando durante su programa, sin embargo, David insiste tanto que cuando ya no puede hacer nada, arrebata los papeles donde están las preguntas que le haría. En la entrevista se puede apreciar a una Lindsay incómoda con la situación, pues a todos les parecía gracioso. Afortunadamente las conductas sociales han cambiado y es ahora cuando es notorio de la gravedad del problema.
Lindsay comenzó a tener problemas de adicción en los 2000 y de acuerdo a lo que ha confesado, ir a rehabilitación era una forma de pasar el tiempo, como una broma, y que ha asistido tantas veces que hasta podría escribir un libro, sin embargo, los medios han malinterpretado la situación y se han burlado de ella públicamente y normalizando sus problemas con el alcohol, cocaína, marihuana y éxtasis, su droga favorita. Mencionó que la cocaína es una de sus drogas menos favoritas, pues le recuerdan a su padre, la hacen sentir incómoda. La consumió cuatro veces entre los 20 y 23 años de edad y teme probar LSD o inyectarse heroína.
Además de Britney Spears, al igual que otras ex estrellas Disney como Demi Lovato, Christina Aguilera, Miley Cyrus, Selena Gomez o Bella Thorne, fueron cuestionadas por su forma de ser, lo que las llevó a tener problemas mentales o de adicción. Lindsay Lohan comenzó su carrera artística a muy temprana edad, siendo “Juego de gemelas” o “The Parent trap” su debut oficial, debido al éxito mundial que obtuvo en 1998; esto provocó que, desde los 12 años, su vida tanto profesional como privada, fuera expuesta públicamente y los medios no tuvieran ni un poco de empatía con una niña que apenas comenzaba con lo que por algún momento fue una carrera exitosa.