Hija de padres pastores pentecostales, una pequeña Katheryn Elizabeth Hudson asistió a diversas escuelas cristianas y campamentos, una época en la que solía escuchar mucha música evangélica.
Fue gracias a sus amigas que tuvo la oportunidad de tener un acercamiento con las canciones populares pues fueron ellas quienes les prestaban algunos discos compactos a escondidas.
Cuando cumplió 9 años de edad comenzó de manera más formal en la industria musical acompañando a sus papás quienes le sugirieron tomar clases de canto, recibiendo su primera guitarra a los 13.
Al mismo tiempo trataba de ser la típica niña californiana que practicaba patinaje, surf y skateboard, pero también aprendió a ejecutar varios estilos de baile.
Con la finalidad de que mejorara sus habilidades con los instrumentos y con la composición de canciones, dos cantantes de rock de nombres Steve Thomas y Jennifer Knapp creyeron en ella y la llevaron a Nashville donde grabó algunos demos.
Firmó su primer contrato y grabó su primer álbum enfocado a la música evangélica, pero fue un fracaso al vender solamente 200 copias.
Otra oportunidad se le abrió en Los Ángeles a sus 17 años de edad, así que decidió cambiar su nombre al de Katy Perry para evitar confusiones con la actriz Kate Hudson.
Sufrió algunos estragos económicos en ese tiempo por lo que recurrió a comprar y vender ropas en tiendas de segunda mano, a la par que llevaba a cabo actuaciones en pequeños clubes.
Algunos temas como Waking Up in Vegas y Thinking of You habían sido desechados por las casas discográficas que la habían despedido con anterioridad, pero un empresario de Virgin Records notó su gran potencial y apostó por ella como la próxima artista revelación de música pop.
A finales del 2008 finalmente lanzó el sencillo que la catapultaría al estrellato, siendo I kissed a girl su carta de presentación en la industria que dominaría en un futuro con su segundo disco Teenage Dream.
Su popularidad y aceptación por el público se fueron acrecentando con sus siguientes trabajos entre los que destacan Prism, una era con la que encabezó el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl XLIX que se que se convirtió en el más visto de la historia.
Después del lanzamiento de Witness, Perry sufrió un periodo de depresión pero lo convirtió en algo positivo con su álbum Smile donde nos habla sobre encontrar la luz al final del túnel y recuperar la sonrisa.
En 2020 reveló a través del video musical de Never Worn White que esperaba a su primer bebé con su pareja Orlando Bloom, una pequeña niña a la que llamaron Daisy Dove.
Un año después son pocas las fotos que se han filtrado de la familia, pero la cantante no ha parado de trabajar pues ya prepara lo que será su residencia en Las Vegas titulada Play, y que tendrá su noche de apertura el próximo 29 de diciembre.