La leyenda de Lamborghini, el toro italiano sigue siendo relevante por las carreteras del mundo, pero detrás de ese emblema de poder y lujo no está quien muchos imaginan, así que te revelamos al verdadero heredero de la marca.
Aunque el apellido Lamborghini sigue resonando con fuerza, la herencia de esta icónica marca automotriz no quedó en manos de la familia fundadora.
¿Dónde quedó la familia Lamborghini?
Ferruccio Lamborghini, un empresario italiano apasionado por los autos deportivos, fundó la compañía Automobili Lamborghini en 1963.
Su visión siempre fue clara, competir con Ferrari y crear el auto perfecto. Y lo logró. Pero pocos saben que en 1974, tras una serie de crisis económicas, Ferruccio vendió sus acciones y se retiró del mundo automotriz. Su hijo, Tonino Lamborghini, tomó otro rumbo.
Contrario a lo que se cree, Tonino no heredó la marca de autos, sino el espíritu empresarial de su padre, pues fundó Tonino Lamborghini Group, una firma centrada en productos de lujo, con relojes, perfumes, mobiliario y tecnología, todos con el sello estético y la audacia que hicieron famoso al apellido.
Sin embargo, esta compañía no tiene conexión directa con la producción de los emblemáticos superdeportivos.
¿Quién heredó Lamborghini?
La historia de Lamborghini tomó un nuevo camino en 1998, cuando el Grupo Volkswagen, a través de su filial Audi, adquirió Automobili Lamborghini SpA.
Desde entonces, la empresa se ha convertido en una de las joyas de la corona dentro del conglomerado alemán, acompañando a otras marcas de lujo como Bentley y Bugatti.
Esta adquisición no solo aseguró la supervivencia de Lamborghini, sino que también impulsó su desarrollo tecnológico. Bajo el peso del Grupo Volkswagen, la marca ha lanzado modelos icónicos como el Aventador, Huracán y Urus, fusionando la tradición italiana con la ingeniería alemana.
¿Por qué no hay una persona heredera de Lamborghini?
En términos técnicos, el “heredero” de Lamborghini no es una persona, sino un gigante corporativo. El nombre Lamborghini hoy pertenece legalmente al Grupo Volkswagen, y las decisiones sobre diseño, innovación y dirección estratégica se toman desde las oficinas de Audi en Alemania.
Esto ha generado cierta confusión entre los amantes del lujo, quienes suelen asociar las marcas legendarias con linajes familiares. Pero en el caso de Lamborghini, el apellido quedó en la historia, y la empresa automotriz se convirtió en una marca global manejada por ejecutivos de alto nivel, no por descendientes del fundador.