Si hay algo que Julieta Venegas puede presumir es que cada vez que se encuentra en los titulares, es por su talento, su trabajo y no por su vida personal. Y es que, para estar en una industria de mucho interés público, la cantante mexicana siempre ha tratado de navegar bajo el radar de los medios.
Sin embargo, es imposible no hablar de Julieta, pues es una verdadera "leyenda" de la música en español. Además de ser cantante y compositora, es productora y actriz, y es una de las artistas mexicanas más reconocidas a nivel mundial, con muchos premios y éxitos bajo su nombre.
Sin embargo, algo en lo que no ha tenido la mejor suerte es en el amor, pues tuvo muchos problemas con el único hombre con quien tuvo un hijo y solo se ha casado una vez; matrimonio que desafortunadamente terminó mucho antes de que tuvieran la oportunidad de formar una familia.
Si bien la cantante ha construido todo un legado e imperio con su talento que es bien conocido por todos, su vida personal sigue siendo parcialmente un misterio. Pero afortunadamente conocemos los detalles el único esposo que tuvo, Álvaro Henríquez, con quien tuvo uno de los romances más conocidos de su época.
Julieta Venegas y Álvaro Henríquez
Julieta Venegas siempre se ha sentido atraída por la música, y tal vez esa sea la razón por la que la mayoría de los novios de la cantante han sido músicos. Y de hecho, muchos han estado ligados, de alguna forma u otra, con la producción de sus discos.
Por ejemplo, cuando grababa su primera producción, "Aquí", fue la novia con Joselo, el guitarrista del grupo Café Tacvba. Entre el segundo y el tercer disco, "Sí", Julieta anduvo con un novio argentino, músico también.
Y para el segundo álbum, "Bueninvento", Julieta estaba con el chileno Álvaro Henríquez, líder del grupo rockero "Los Tres", con quien se casó en 1998. Desafortunadamente, este matrimonio no fue tan duradero ni tan feliz como ella pensaba, y solo duró dos años, pero marcaría una gran parte de su carrera.
Julieta Venegas, siendo de México y teniendo una carrera nacional, tuvo una relación complicada con Álvaro Henríquez, quien radicaba en Chile. No obstante al gran obstáculo de la distancia, la pareja empezó a salir y finalmente se casaron en Estados Unidos en 1998.
Después de la boda, sin embargo, la pareja vivió mucho tiempo separada, pues ella vivía en la Ciudad de México y él en Santiago, y pese a que intentaron verse lo más seguido posible, la distancia dificultó mucho seguir una relación como marido y mujer, así que fueron separándose poco a poco hasta que llegaron al final.
La última visita de Julieta a su esposo fue en diciembre de 1999 para pasar las fiestas de Navidad, pero sus planes se vieron alterados y finalmente ella tuvo que regresarse, iniciando el principio del fin de un matrimonio que nunca tuvo una oportunidad.
Por supuesto, no se conocen totalmente los detalles de lo que pasó entre ellos, pero en una entrevista para medios nacionales, la cantante reveló que su divorcio, aunque fue difícil como cualquier otro, no la hizo quedarse con una trama: "como cualquier persona cuando una relación termina, me enseñó muchas cosas y me quedo con ellas", dijo.
Además, parece que no se separaron en malos términos, pues Julieta reforzó que es una persona que admira y quiere muchísimo: "Viéndolo a la distancia, fue una relación muy bonita y por eso no me molesta hablar de Álvaro, porque él es alguien a quien quiero y no funcionó porque era algo difícil estando él en Santiago y yo en México".
Y, de hecho, años después la expareja compartió el escenario musical en Chile, cuando la cantante subió a los escenarios en el 2004 y, en medio del show, subió a su ex, como parte de los invitados.
¿Te lo imaginas?