"Durante algunos años he sido activista sobre varios temas que atañen a la industria cinematográfica y audiovisual. Uno de los que más me interesa tiene que ver con la representación y el cómo este tipo de productos afecta al inconsciente colectivo.
Creo que es muy importante saber qué es lo que consumimos más allá del entretenimiento pues este, de alguna manera, se cuela en nuestro inconsciente y ayuda a reafirmar pensamientos que ya se tenían.
Por ello es importante vernos representados o ver personajes que se comportan o deciden ciertas cosas que pueden apegarse o no a la realidad, pero que resuenan con una realidad como la que estamos viviendo en este momento en el país.
Es muy importante descentralizar las historias, y así descentralizar la industria, y es increíble que se pueda filmar fuera de la Ciudad de México y contar historias que no tengan nada más que ver con chilangos. En el cine lo hacen bien, pero en televisión estamos todavía mucho más limitados en cuanto a diversidad. Esto nos permitiría vernos desde otro lugar y tener otra experiencia y amplitud de pensamiento.
Para eso sirve hacer representaciones de todos los humanos y todas las situaciones, para reflexionar. Es increíble que los contenidos entretengan, pero lo es aún más el pensar que las cosas pueden ser de esta otra manera.
Hablando de la serie, la manera tan particular de cómo se vive y se gesta el poder en San Pedro, me parece alucinante. Hay cosas que me conectan con Monterrey y que tienen que ver con la frontalidad de la gente y su honestidad.
Por otro lado, me parecen increíbles los códigos por los cuales se manejan, porque están llenos de ellos, y que además los han construido y se los han autoimpuesto”, nos compartió la actriz.
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¿Te gustó vivir en Monterrey para grabar la serie?
Soy hidalguense, pero siempre he dicho que soy norteña aspiracional, porque siempre me he sentido identificada con la forma de ser norteña. Me encanta cómo viven y cómo ven la vida. También entendiendo que dentro de la “norteñidad” hay mucha diversidad. No es lo mismo ser de Baja California que de Nuevo León y no es lo mismo ser de Monterrey que de San Pedro. Todas esas diferencias que a veces son absurdas, pero que tienen que ver con la identidad, me parecen muy interesantes y muy ricas de explorar.
San Pedro me parece un lugar alucinante, siendo el municipio más rico de Latinoamérica. El cómo la gente convive, la visión que tienen sobre el bienestar y sobre la comunidad. Cuando me enteré que existía este proyecto, quise ser parte, porque esas son las historias que a mí me gusta contar.
¿Qué atrajo de Monterrey?
Que está lleno de personajes y me parece increíble los códigos por los cuales se manejan, porque siento que están lleno de ellos, unos muy locales, y que además los han construido y se los han autoimpuesto.
Como observadora me fascina seguir ese hilo, el de dónde viene esta creencia, el porqué se portan de esta manera. Vas jalando ese hilo y vas entendiendo muchas cosas… porque una cosa es entenderlas y otra respaldarlas. La sociedad sampetrina está llena de códigos, de cosas que sí puedes hacer, de otras que no.
Y como seres humanos es alucinante que nos tengamos que poner esa serie de códigos o reglas para convivir y para darnos un cierto valor o para ponernos en una escala de valores. Cuando estaba haciendo la investigación para ver cómo construía mi personaje, no puedo explicar la cantidad de personajes regios y sampetrinos que hubo en mi haber.
Me alucina esa particularidad, esa manera en la que se autodefinen y de cómo además el orgullo es como una especie de nacionalismo. Por eso también logran lo que logran, sin ponerle un juicio, de si esté bien o mal.
¿Crees que Monterrey tiene su razón de ser?
Por supuesto. El levantar esa ciudad cómo se levantó es por su gente, que tuvo construir algo así de impresionante en un lugar donde las donde la adversidad era lo que ganaba.
Creo que ese logro y ese reto es parte del ADN de la gente de allá, los define. Por lo que pude observar, hace mucha lógica que así se definan y gesten sus vidas todos los regios que tienen que convivir con todas estas adversidades, empezando por la climatológica.
Tu personaje es Sofía Santos, que es un apellido muy específico en San Pedro. ¿Qué te dejo?
Me divertí como hace mucho no me divertía, porque es medio villanesca. Villanesca en el sentido dramático de la serie, porque en realidad, es una mujer que tiene una ideología y unos valores en los que se escuda para cometer un chorro de atrocidades para proteger su privilegio y su comodidad, a partir de los derechos de los demás. Esa es la realidad.
Pero me parece interesante ponerme en los zapatos de alguien que ve el mundo desde ese privilegio por las riquezas que existen allá y el poder de las familias ahí es como shakesperiano. Eso, para contar una historia, es material puro para mí como actriz.