Es inevitable no estar orgullosa y no sentir nostalgia al ver las fotografías de Jennifer Rocha, una migrante mexicana en Estados Unidos que recientemente se graduó de la Universidad de California en San Diego e hizo su sesión de fotos de generación junto a sus padres, en el campo de cultivo en donde ellos han trabajado por años.
Miles de migrantes llegan al vecino país en busca de mejores oportunidades, junto a ellos llevan sus sueños y los de sus hijos con la intención de hacerlos realidad al costo que sea, esta fue la promesa que sus padres se hicieron al salir de Michoacán. Desde entonces se han dedicado a trabajar en un campo de plantación para sacar a su familia adelante.
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Jennifer tiene dos hermanas mayores, a quienes también pudieron darles educación universitaria, ella es la tercera de la familia en lograrlo y aún faltan sus dos hermanos menores. La joven es consciente del enorme sacrificio que esto significa, por eso quiso reconocer el esfuerzo de sus padres con una sesión de fotos en el campo de cosecha junto a ellos. "Con mi carrera y mis estudios quisiera regresarles algo. Por ellos soy la persona que soy", dijo a un medio local de California.
Mientras estudiaba el tercer año de la secundaria ella también trabajó sembrando fresas y cuando entró a la universidad no contaba con los recursos para quedarse a vivir en el campus o rentar un departamento cerca, así que tuvo que pasar sus noches durmiendo en su auto para poder continuar con sus estudios y poder graduarse de la licenciatura en Sociología con enfoque en Derecho y Sociedad. Su siguiente objetivo es dedicarse a la aplicación de la ley.
La historia de Jennifer es la de cientos de muchos latinos que llegan con la ilusión de un mejor futuro, una comunidad que
es un gran motor en la economíade los Estados Unidos y que lucha por ser parte de la sociedad.