Durante muchos años la vida privada de la diva del Bronx ha atraído la atención de la prensa, convirtiéndose en una de las noticias que más titulares acapara.
Una de las historias que más resonó fue su relación sentimental con el actor Ben Affleck con quien trabajó en la película romántica Gigli donde ambos fueron protagonistas.
Ella venía de superar dos divorcios mientras él recién había terminado con Gwyneth Paltrow quien en ese momento reveló seguían siendo amigos.
Bajo el seudónimo Bennifer, la pareja conformada por Jennifer y Ben generó gran cantidad de rumores y atrajo una atención masiva, siendo de las personalidades más fotografiadas cuando llegaban juntos a alfombras rojas.
El compromiso se oficializó en noviembre de 2002 cuando JLo lució un anillo valuado en dos millones de dólares de 6.1 quilates, con un diamante rosado al centro y detalles de diamante blanco.
Todos esperaban una lujosa boda planeada para septiembre de 2003, una ceremonia que quedó cancelada a tan solo días antes de que se llevara a cabo.
¿La razón? La atención excesiva mediática que recibieron, sintieron que lo que debía ser el día más feliz de sus vidas pudo verse arruinado para los involucrados, incluidos familiares y amigos.
Incluso confesaron a través de un comunicado que consideraron seriamente en contratar tres novias señuelo para despistar a los paparazzi en tres locaciones distintas.
Se especula que este fue uno de los motivos para el desgaste de su vínculo pues en esa época los periódicos se centraron en ellos para tener cada mes una historia sensacionalista sobre su romance.
En sus palabras, el actor además señaló haber estado en la peor posición dentro del negocio de la actuación pues pudo llegar a vender más revistas que entradas para el cine.
A principios del año 2004 anunciaron su separación definitiva, un desenlace de cuento que no parece ser precisamente el final luego de que se les vio juntos este 2021.
Ambos aparecieran por separado en el concierto solidario VAX LIVE, pero fueron fotografiados viajando juntos en un automóvil cerca de un centro turístico en Big Sky, regresando a Los Ángeles en un jet privado.
¿Acaso estamos siendo testigos de una segunda versión de Bennifer? Solo el tiempo lo dirá.