Jamie Lee Curtis es una de las estrellas más conocidas y queridas de Hollywood y está etiquetada como una "reina del grito" por todos los papeles que ha interpretado en el cine de terror, más específicamente en la franquicia cinematográfica de "Halloween".
Y quizá no todos conozcan su historia, pero Jamie asistía a la Universidad del Pacífico y estudiaba derecho cuando abandonó la escuela y finalmente decidió dedicarse a la actuación, optando por seguir los pasos de su famosa madre. Su primera película fue la original "Halloween" de 1978, donde interpretó a la protagonista Laurie Strode, y su carrera despegó desde entonces. Pero, ¿sabías que ha tenido un problema con las adicciones?
¿Jamie Lee Curtis se ha sometido a cirugías plásticas?
Jamie Lee Curtis es la prueba viviente de que alguien que hace comentarios sobre el cuerpo de otra persona puede tener un impacto negativo en ella. Mientras estaba en el set de la película "Perfect" de 1985, un camarógrafo comentó sobre los ojos de la actriz, llamándolos "hinchados".
Este comentario hizo que Jamie Lee Curtis sintiera que necesitaba pasar por el quirófano para "corregir" sus ojos hinchados. Según la actriz "... antes de que alguien hiciera eso, me quitaron grasa debajo de los ojos porque estaba en una película y estaba hinchada... y recuerdo que el camarógrafo dijo: 'No puedo fotografiarla'. ' Recuerdo estar mortificada".
Esta es una decisión de la que la actriz terminó arrepintiéndose, admitiendo: "Me hice una cirugía plástica, no funcionó, la odié. ¡Me hizo sentir peor!". Desde entonces, Curtis ha sido muy pro-belleza natural, mencionando términos como "antienvejecimiento" porque "¡Todos vamos a envejecer!".
Y Curtis admite que también le hicieron otros trabajos, como labios y botox, pero dice que "Nada de eso funciona. Nada de eso. Es un gran fraude. Y soy yo quien lo perpetúa". Si bien la actriz apoya las decisiones de otras personas de hacer lo que quieran con sus cuerpos, sí le preocupa el impacto que este tipo de cosas puede tener en las personas.
Jamie Lee Curtis cree que estos procedimientos están "acabando con generaciones de belleza" y enfatiza que "una vez que te arruinas la cara, no puedes recuperarla".
¿Las cirugías plásticas casi arruinan su vida?
Después de una cirugía plástica para que le quitaran la grasa debajo de los ojos para que parecieran menos hinchados, a Jamie Lee Curtis le recetaron Vicodin, un analgésico opiáceo que a menudo se receta a quienes se recuperan de una cirugía o a quienes padecen dolor crónico.
Al igual que cualquier otro opiáceo, Vicodin conlleva un alto riesgo de desarrollar adicción si el usuario toma las pastillas durante el tiempo suficiente, y esta es la posición en la que se encontró Curtis años después de realizarse el procedimiento. Esto solo se vio agravado por el hecho de que ella también tenía dependencia del alcohol.
La actriz puede ser vista como lo que muchos consideran un adicto funcional, ya que pudo mantener ocultos sus problemas de drogas y alcohol durante varios años antes de que salieran a la luz. De hecho, ella admite que nadie, excepto las personas que le daban las pastillas, sabían de sus luchas.
También admite que tenía mucho control de la situación y se aseguró de nunca usar pastillas ni beber alcohol mientras trabajaba en sus películas. Fue así que la actriz luchó silenciosamente con su adicción durante diez años antes de reunir el valor para mejorar por cuenta propia.
Fue en 1999 cuando la actriz se comprometió a mejorar tras leer un artículo sobre la adicción al Vicodin. Este artículo le permitió hablar sobre sus luchas con su familia y llevó a la actriz a asistir a reuniones de recuperación.
¿Lo sabías?
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