Jacqueline Bracamontes, reveló la lucha que ha tenido con su cuerpo a lo largo de su vida en una reciente entrevista con Yordi Rosado y esto fue lo que dijo sobre la manera en la que se enfrentó a los desórdenes alimenticios y cómo impactaron en su vida.
La actriz y ex reina de belleza hizo una importante confesión, y es que durante su juventud, sufrió desórdenes alimenticios como resultado de seguir dietas extremas sin supervisión médica, por lo que, su obsesión por bajar de peso la llevó al borde del colapso, poniendo en riesgo su salud e incluso su vida.
Los desordenes alimenticios de Jacqueline Bracamontes
Con mucha honestidad, la conductora relató cómo llegó a subsistir solo a base de toronjas y polvo de proteína, lo que terminó por pasarle una factura física y emocional.
Su historia es un llamado de atención sobre los peligros de las dietas restrictivas y la presión por alcanzar estándares irreales de belleza.
Durante la entrevista, Bracamontes compartió que su problema no se originó durante su participación en los concursos de belleza, como muchos podrían pensar.
De hecho, mientras competía en Miss Mundo y Nuestra Belleza México a principios de los años 2000, seguía una alimentación balanceada para mantener la energía necesaria para enfrentar las exigentes jornadas.
Sin embargo, fue un par de años antes, durante su estancia en Francia para estudiar el idioma, cuando su obsesión por bajar de peso se descontroló.
La actriz recordó que pasaba días enteros comiendo únicamente toronjas, verduras y ocasionalmente polvo de proteína. Su consumo calórico era tan bajo que su cuerpo empezó a manifestar signos alarmantes.
La situación llegó a un punto crítico cuando sufrió un desmayo a causa de la desnutrición. Al enterarse, su padre intervino de inmediato. Con preocupación por la salud de su hija, le dio una alerta, pues debía acudir a un médico y recibir asesoría profesional o la regresaría a México.
El papá de Jacqueline Bracamontes le salvó la vida
El llamado de atención de su padre fue muy importante en la vida de Jacqueline. Al ver la gravedad de su situación, la actriz comprendió que estaba poniendo en riesgo su bienestar por seguir un ideal de delgadez poco realista.
Decidió buscar ayuda especializada Así que tuvo que confiar por completo en nutriólogos que le enseñaron a llevar un plan alimenticio balanceado, sin recurrir a medidas extremas.
Aprendió a mantener su peso de forma saludable, comiendo adecuadamente y sin someterse a restricciones peligrosas.
A partir de esa experiencia, Bracamontes adquirió una nueva perspectiva sobre la belleza: ya no buscaba estar extremadamente delgada, sino sentirse fuerte, saludable y feliz con su cuerpo.