Iván Sánchez: más allá de la incertidumbre

PERSONAJES

El 2020 fue para el actor español la oportunidad para parar un poco y redescubrir qué busca... pero también nos confiesa que su esencia es muy inquieta y no le asusta la incertidumbre.

COMPARTE ESTA NOTA
Iván Sánchez (FOTOS: Jaime Martín)

Detrás de la magia de la sonrisa irresistible de Iván Sánchez se encuentra un tipo sencillo, amable y desenfadado. Una vez pasada la impresión que provoca su rostro perfecto, su llamativa estatura y su sonrisa de George Clooney, el actor es todo simplicidad, puras sonrisas y naturalidad... dudo mucho, por cómo actúa, que alcance a vislumbrar lo atractivo que es. 

Mientras hacemos las fotos que aparecen en estas páginas, Iván es todo risas y bromas. Sí que sabe posar y eso se lo debe a sus años como modelo. Por momentos estoy a metros de distancia para no entorpecer la luz de la toma y hasta ahí llega el brillo de sus dientes nácar, por más trillada que suene la frase. Al Gallego lo cachamos en la ciudad de suerte.

 Ese mismo día se regresa a Madrid, pues vino al Festival Internacional de Cine de Guadalajara a promocionar Isaac, una película que protagoniza y cuyo tema central son los vientres de alquiler y esa idea inquebrantable de que todo matrimonio debe tener hijos. “La historia me cayó en un momento en el que yo estaba regresando y pasando más tiempo en España.

 Cuando me llegó el guion y lo leí, dije: ‘Wow... los temas que sacan a relucir’. Y cuando uno hace un proyecto más social como este y resuena en el público —pues hemos tenido una recepción increíble—, uno se siente bien también por dentro”, dice.



 Platicar con el actor tiene que ser una experiencia bastante desenfadada. No carga sobre sus hombros el peso de la fama, o al menos no lo parece. Se siente y se ve ligero, incluso es casi increíble que me confirme que tiene 46, pues parece de mucho menos.

 Estar en constante movimiento ha imperado en su vida. Nunca es capaz de quedarse quieto, ni siquiera en un solo evento. Esta inquietud, ese dejarse llevar por lo que el futuro le traiga le ha permitido viajar a distintos países y continentes. Eso lo trajo a México

Con nuestro país tiene una relación muy especial. No es solo donde ha encontrado el amor en el pasado, sino donde realmente se ha sentido en casa, donde la gente lo recibe como a una estrella de Hollywood de los cincuenta. “Sería incapaz de decir qué me gusta más de México porque soy un enamorado de este país, es mi segunda casa. Cuando vengo se me enciende todo, todo mi ser.

 Estoy acostumbrado a viajar muchísimo y por mucho que te vayas a otros sitios puedes no encontrar tu paz, cosa que aquí sí he encontrado. Méxi- co es un lugar mágico y va conmigo para todas partes”, explica. 

Entrevistarlo por un par de horas y acompañarlo en el shoot de fotos me dieron la oportunidad de confirmar el magnetismo que genera, algo que sucede sin querer y que incluso creo que no nota. Además, en cinco minutos de convivencia el magnetismo es envuelto por su calidez que, me parece, resulta de su ligereza ante la vida. 

Hay algo muy millennial en Iván... quizá sea un adelantado a esa generación que nació 20 años después que él. “Hoy estoy aquí, pero mañana no sé”, me asegura tras preguntarle cuál será su siguiente destino después de Madrid. 

Así ha sido la vida de Iván. Con una cara hecha para los reflectores, el actor admite que su profesión nunca fue una vocación para él. “Hay una canción de una actriz muy conocida en España que dice: ‘Quiero ser artista y protagonista...’ (ríe). Pero yo nunca he tenido la vocación, nunca tuve la visión clara de qué quería hacer.

 Recuerdo que en mi adolescencia, tenía unos 14 o 15 años, y muchos amigos ya sabían que querían ser médicos, abogados o lo que fuese. Yo no sabía, ni tenía idea y, claro, a esa edad muchos sienten hasta presión por saber lo que tienen que hacer en el futuro, pero no era mi caso”, dijo. ¿La suerte de los guapos? Le digo, pero Iván solo se ataca de la risa. 

Iván, quien llegó al mundo un 19 de noviembre de 1974 en Madrid, inició su carrera artística en 2002 en la tele, para incursionar en el cine un año después. Su breakthrough en México le viene con su personaje del Gallego en la Reina del Sur (apodo con el que continúa), donde interpreta a la pareja del personaje de Kate del Castillo. 


En 2013 puso un primer pie en Televisa en la telenovela La tempestad, como el antagonista, donde compartió créditos con Ximena Navarrete. Unos años más tarde, en 2017, se inicia en el teatro con Nunca es tarde para aprender francés, obra de Manolo Caro, donde actuó junto a Sandra Echeverría y Leonardo de Lozanne. 

Del 2017 al 2018 en Madrid le tocó interpretar el papel principal en el musical El guardaespaldas, basado en la película de Whitney Houston y Kevin Costner. Este enero lo podemos ver, además, en la tercera temporada de Pequeñas coincidencias, en Amazon Prime, la primera producción española de esta plataforma. 

Y es que aunque el actor prefiere el drama, estar en esta comedia le ha hecho mucho bien y la ha disfrutado: “Después de este encierro, ¡bendita la comedia! Tras todo esto reír un poco me ha hecho mucho bien y no había hecho tanta comedia. 

Me la pasé muy bien, porque además la pandemia me agarró haciéndola”, expresa. Ha hecho modelaje, tele, cine y teatro, pero ¿qué le falta por hacer a Iván? El español nos recuerda la espontaneidad que asume muy suya. 

“Yo no sé dónde voy a acabar, pero me siento muy a gusto en este medio y no sé por cuántos años será. Soy antietiquetas. Desde luego que lo que decida hacer le meteré siempre todo mi esfuerzo, pero nunca lo he sabido y digamos que mi vida ha venido marcada más por el ansia de viajar. Siempre he querido viajar, conocer y eso me ha traído hasta aquí el día de hoy. Así que...no me ha ido mal”, dice riendo.



El 2020: un año diferente 

Que si Lydia, que si Camila, que si lo que opina Ana Brenda... en medio de la pandemia, en su pico más alto, Iván estuvo en el ojo del huracán por unos supuestos romances y los paparazzi. 

El actor no ha hablado sobre estos temas y deja claro que no hablará, por lo que le pregunto si este año le ha dado una sacudida el peso de la fama y el acoso de los fotógrafos y los tabloides. Hace un esfuerzo por contestar porque la pregunta le incomoda enormemente y dice: “No, la verdad no. Mira, esto es algo que va con el artista, así ha sido siempre, no te pue- des pelear con ellos y ya está.

 Tuve una temporada en la que sí estuve un poquito más abierto a ese tipo de entrevistas y la verdad no me lo voy a volver a permitir. No me siento cómodo y además no lo hice por gusto propio. Me abro a los medios siempre y cuando tenga que ver con el trabajo y no tengo problemas en hablar de mí, pero todo lo que sea un poco más allá creo que ni viene bien”. 

Iván se define a sí mismo como “bastante normal” si es que existe tal cosa. Y en este año tan diferente, aprovechó el tiempo para ver a sus hijas, algo que en otros años a veces se le dificulta, por viajar tanto. “Pasé como seis años prácticamente viviendo aquí y mis hijas allá. 

Entonces era una locura, volaba dos veces al mes a Madrid para ver a mi familia. Este año de pandemia ha sido maravilloso pues me ha permitido pasar tiempo de calidad con ellas”, asegura. 

En ese sentido, y por el ritmo de su vida y trabajo, ha agradecido el poder parar, aunque sea un poco. Quedarse en Madrid más tiempo, visitar a su mamá que vive cerca y leer un buen libro.

 A esta entrevista llegó con uno de Italo Calvino bajo el brazo que ve- nía leyendo en el camino. “Es un ritmo brutal el que solemos llevar, que no nos deja pensar mucho más allá. Nos quedamos en el ‘tengo que hacer’ y no en el ‘qué quiero hacer’. En ese sentido, para mí ha sido un año maravilloso y muy positivo”, añade. 

Entonces, ¿te regresas hoy a Madrid e imagino que ahí te quedarás por una temporada más larga?, le pregunto. “¡¿Quién sabe?!”, dice riendo de nuevo, y completa su respuesta: “Después de este año, uno lo que tiene que hacer es vivir día a día y disfrutarlo, eso es lo único que tenemos. En especial, que cada día que vivas estés a gusto contigo mismo”.

 ¿Esa es la reflexión que te llevas de este año? “Definitivamente, la importancia de la calidad del tiempo. Aunque lo que pido para este 2021 es que regrese a México. Eso va a suceder”, concluye.


Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
  • Aracely Garza