La vida del bailarín mexicano Isaac Hernández dio un giro radical cuando, en 2018, recibió el Benois de la Danse, premio otorgado anualmente por la Asociación Internacional de la Danza de Moscú al mejor ejecutante del mundo. Desde entonces, este tapatío se ha convertido en un fenómeno mediático que como nunca antes, por lo menos con ninguna figura del ballet en nuestro país, atrae a miles de jóvenes que lo siguen y ven en él un ejemplo de perseverancia.
Porque Isaac no se detiene. Lo mismo se presenta en el Coliseo de Londres con el English National Ballet, que está en Miami con Paulina Rubio, siendo jurado del reality de televisión Mira quién baila; todo, mientras recorre el planeta con distintas compañías y con su propio espectáculo, Despertares.
“Ese era el propósito final de mi trabajo: poder llegar a inspirar un cambio en la percepción que se tiene de las artes en general, alentar a los jóvenes a dedicarse a ellas y demostrar que se puede luchar por lo que te gusta... No hay muchos espacios que promuevan este tipo de comportamiento y de ideas, por eso creo que lo más importante es mantenerlas vivas, pues considero que el arte es el motor capaz de transformar nuestro futuro”, nos comparte en entrevista.
“Mensajes como que todo es posible si estás dispuesto a trabajar y a ser disciplinado; que es importante sentirte feliz con tu vida y con tus decisiones; que se puede vivir una vida digna a través del arte y que puedes cambiar el camino de un país entero a través de lo que te apasiona, son palabras muy poderosas, pero que cada vez se escuchan menos en la sociedad. Entonces, cuando veo que hemos logrado un impacto en ese sentido, me siento verdaderamente feliz... Es muy emocionante cuando estos mensajes caen en tierra fértil”, dice.
Sin embargo, no considera que el mérito sea únicamente suyo. “Nunca, por lo menos hasta ahora, me he sentido con la autoridad o la responsabilidad absoluta de lo que ha sucedido. Mi carrera es el resultado del trabajo de muchas personas y también de una serie de momentos que han cambiado mi camino... además de haber nacido y vivido en México, que es un país valiente, que quiere soñar, creer, que busca mejorarse y que está lleno de jóvenes con sueños y con ganas”.
Del escenario a las pantallas
Entre esos sueños nunca estuvo la actuación, sin embargo, hace un par de años aceptó unirse al elenco de Alguien tiene que morir, producción de Manolo Caro que lo acercó por primera vez a las cámaras y que poco después le trajo una oportunidad que el propio Isaac califica como un auténtico milagro.
Se trata de la película El rey de todo el mundo —la primera de su carrera—, donde comparte estelares con Ana de la Reguera y Manuel García-Rulfo, bajo la dirección del legendario cineasta español Carlos Saura.
“Fue como hacer una obra de teatro filmada, es un proyecto muy especial, así que no podía perderme una oportunidad así... Todavía me parece un milagro poder tener crédito en una película de Carlos Saura y de verdad siento que tuve la suerte más grande del mundo. Ha sido una experiencia increíble y una de esas veces que genuinamente he sentido un sueño cristalizado”.
En esta cinta musical, que llegará a las pantallas el próximo 21 de noviembre, tuvo oportunidad de trabajar junto a otro grande del cine.
“Fue muy emocionante compartir también con Vittorio Storaro (el cinefotógrafo italiano ganador del Oscar por películas como Apocalypse now, Reds y El último emperador), que es todo un genio increíble... Poder verlo interactuar junto a Saura en el set, decidir qué íbamos a grabar ese día y ver a Vittorio organizar cada toma, fue un auténtico privilegio. Recuerdo que cada mañana me sentaba a tomar un café, fascinado, mientras veía esas interacciones… Poder ver sus emociones cuando obtienen el resultado que buscan y que te hagan parte de mucho de lo que sucede, es todo un regalo de la vida”.
Cuando se le cuestiona sobre qué lo motiva a participar en estos proyectos paralelos en cine y televisión, Isaac es muy claro: “Lo hago por varias razones. Una es mi curiosidad creativa y porque soy muy valiente para tomar decisiones, pero también porque este tipo de proyectos me permiten llevar los mensajes a otro tipo de público.
Creo que muchas veces las bellas artes cometen el error de hablar con las mismas personas y con el mismo público, ese que concuerda con sus ideas, pero lo que yo he buscado desde el principio es diversificar... Pienso que no es preciso tener los mismos gustos para lograr una conexión emocional y apreciar lo bueno de las bellas artes”.
Eso ha quedado de manifiesto en Despertares, un espectáculo creado por él mismo, en el que se mezclan distintos estilos, géneros musicales y estéticas. A la par, este concepto le ha permitido impulsar la carrera de otros jóvenes que también buscan dedicarse a la danza.
“Generalmente cuando me presento en la Ciudad de México o en Guadalajara, ofrezco una serie de talleres gratuitos de capacitación y becas para que sigan preparándose. Hace un par de meses vino el Royal Ballet de Londres, por primera vez en su historia, a buscar talento en nuestro país, y lo que hago a través de este proyecto es quitar todas esas barreras a las que yo me enfrenté, para que jóvenes lleguen a tener una oportunidad de calidad, como la que me cambió la vida… En este tiempo hemos becado a alrededor de 30 mexicanos y me da orgullo ver que muchos de ellos se graduaron y tienen ya carreras profesionales con diferentes compañías", agrega.
Precisamente, tras unas audiciones en Monterrey, hace poco se integraron al programa cinco niños más. “De alguna manera lo que estoy tratando de hacer es garantizar el futuro del ballet clásico en nuestro país y lo único que les pido cuando se van, es que no se olviden de voltear a su país y que recuerden qué fue lo que hizo esta oportunidad posible, para que no pierdan el sentimiento de responsabilidad compartida que estoy tratando de contagiarles… Quiero pensar que es una suerte de cadena de favores porque, al final de cuentas, el futuro del ballet en México ya no me pertenece a mí, les pertenece a ellos. Yo he hecho lo que ha estado en mis manos hasta ahora y seguiré trabajando, pero siempre nos harán falta bailarines de los cuales nos podamos sentir orgullosos, que nos representen en los escenarios más importantes del mundo y que hagan crecer este cambio que estamos viviendo", dice.
Porque Isaac está convencido del resurgimiento de la danza. “Lo hemos visto en las experiencias, por ejemplo, del Auditorio Nacional, donde logramos reunir a un público muy diverso, de distintas edades y de todas las clases sociales; de hecho, en el último, el 75 por ciento de la gente era menor de 45 años. Eso es algo que nunca, en ninguna parte del mundo, se ve. Y de hecho me hablan directores de otras compañías para preguntarme cómo le hago aquí para llegar a los jóvenes y a todas las clases sociales... Esa es, quizá, la labor que me hace sentir más orgulloso hasta hoy”.
Entrando al mundo digital
Entre los planes que el bailarín ha concretado este año, está también SOMUS, una plataforma que creó junto a su hermano, Joel Hernández, donde además de compartir contenido, buscarán recaudar fondos para labores altruistas.
“Es una plataforma con otros principios, que no vende la información ni comercializa al usuario... Debemos replantearnos el uso de las redes sociales y recapacitar sobre la manera en la que estamos utilizando la tecnología, y qué mejor que hacerlo compartiendo contenido menos frívolo, que apoye a una causa social”, nos explica.
En esta primera etapa ya se activó el perfil de Isaac y en los próximos días se irán revelando los nombres de las celebridades que se han ido sumando, como los actores Álex Speitzer y Ester Expósito.
“Todos los proyectos en los que me involucro siempre tienen ese propósito principal, porque crecí con la idea de que la manera más especial de trascender es a través de la vida de otras personas, haciendo algo positivo por ellos. Es importante ser consciente de tu lugar en la sociedad y ver más allá de tus necesidades, para poder compartir la responsabilidad y construir algo juntos. Esos mensajes han hecho que mi carrera tomé un sentido mucho más humano y tenga un significado”, finaliza.