Irma Dorantes y Pedro Infante: Así fue su gran historia de amor

Personajes

Aunque finalmente se separaron, Irma Dorantes y Pedro Infante tuvieron una de las historias de amor más queridas del cine mexicano

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Irma Dorantes y Pedro Infante: Su historia de amor (Foto: Instagram)

Es difícil identificar un nombre más querido y popular del cine mexicano que Pedro Infante, y aunque muchos recuerdan sus películas y canciones, su vida amorosa también fue de mucho interés público, especialmente porque, en su mejor momento, el actor fue muy noviero y tuvo varios romances importantes.

Si bien la mayoría recuerda que Pedro Infante tuvo un par de novias y dos matrimonios, uno de sus grandes amores fue Irma Dorantes, una actriz y cantante mexicana que. Además de ser conocida por su trabajo cinematográfico, también es recordada por ser la última esposa del icono mexicano.

Pedro Infante e Irma Dorantes estuvieron casados hasta que falleció el actor. De hecho, poco antes de que muriera, su matrimonio había sido anulado por una ratificación de la Suprema Corte de Justicia, pero muchos no conocen su completa historia de amor, ¡y vale la pena ser contada!

Como seguramente saben, Pedro Infante estuvo casado solamente dos veces; primero con María Luisa León y años después, con Irma Dorantes. De hecho, María Luisa nunca perdonó a Pedro de haberla engañado tantas veces, y jamás firmó los papeles de divorcio, por lo que su matrimonio con Irma ha sido cuestionado en varias ocasiones.

Lo que sí podemos decir es que Irma y Pedro tuvieron una de las historias de amor más queridas del cine de oro mexicano, y aunque finalmente terminó, muchos dirán que no debería ser olvidada.

Irma Dorantes y Pedro Infante: Su historia de amor

Irma Dorantes y Pedro Infante se conocieron cuando ella tenía 14 años y él 31. Ambos ya eran actores y realizaron una escena en la película "Los Tres Huastecos", aunque ella era muy joven para perseguir algo más entre ellos, aunque dicen que el actor quedó flechado desde el primer instante.

Posteriormente, los dos actores realizaron 3 películas más y, dicen los rumores, Pedro se habría enamorado sutilmente de Dorantes. Sin embargo, el romance inició durante las grabaciones de "No desearás a la mujer de tu hijo", en 1949, cuando ella tenía 16 años y él 32. De acuerdo a una entrevista, ella se enamoró desde su primera escena juntos, pero esperaron un poco más.

Según el libro de Irma, "Así fue nuestro amor", donde compartió a detalle cómo fue su vida al lado del actor, básicamente lo resumió así: "De pronto nos gustamos, nos enamoramos y luego nos casamos en Mérida, fueron algunos años de gran amor hasta su muerte".

Pedro Infante e Irma Dorantes se casaron por el civil el 10 de marzo de 1953 en Mérida, Yucatán, cuando ella tenía 19 años y él 41. Ninguno de los dos quiso causar mucho revuelo en los medios de comunicación, así que solo tuvieron una sencilla ceremonia a la que asistieron no más de 15 personas.

Posteriormente, se fueron de luna de miel a Cozumel, Quintana Roo, y fruto de su amor nació su hija, Irma Infante, quien sería la única hija de Irma Dorantes, y una de 7 de Pedro. Irma Infante siguió los pasos de sus padres y se convirtió en actriz de televisión de doblaje mexicano.

La exesposa de Pedro, sin aceptar por completo que el actor le hubiera sido infiel, interpuso una demanda para anular el matrimonio entre Dorantes e Infante porque ellos nunca se habían divorciado. Lo que es peor, es que el 9 de abril la Corte declaró a favor de María Luisa y el matrimonio entre los actores quedó oficialmente anulado en contra de su voluntad.

Irma le avisó a su marido lo que había pasado y Pedro, quien se encontraba en Mérida en ese momento, contrató una avioneta de carga para regresar a la Ciudad de México y casarse con su amada. Pero desafortunadamente, Infante falleció mientras piloteaba la aeronave y jamás llegó a casarse de nuevo.

¿Lo sabías?

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  • Andrea Bouchot
  • andrea.bouchot@milenio.com
  • Coordinadora de Chic Magazine digital. Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la FES Acatlán. Vivo de cine, los libros, videojuegos y la buena comida.