Un infarto silencioso es un ataque al corazón que se presenta sin síntomas claros o a veces no presenta síntomas, esto provoca que en algunas ocasiones el infarto pase desapercibido y a menudo sólo se reconoce días, meses o incluso años después de su presentación. Este tipo de infarto afecta la circulación y como consecuencia parte del músculo cardíaco muere.
Los infartos silenciosos son más frecuentes en los hombres que en las mujeres, sin embargo, los infartos silenciosos suelen ser más mortales para las mujeres. Después de haber tenido un infarto silencioso, el riesgo de morir a causa de una enfermedad cardíaca es tres veces mayor que el de una persona con un electrocardiograma normal y el riesgo global de muerte se eleva al 34%.
¿Cuáles son los síntomas de un infarto silencioso?
En un infarto silencioso no se dan los síntomas más conocidos de un infarto, como dolor en el pecho, dificultad para respirar y sudoración. Los posibles síntomas pueden ser: fatiga, malestar, lentitud o dificultad para respirar, sensación de desmayo, mareo o debilidad. En muchos casos, los síntomas nunca se sienten o desaparecen con el tiempo, lo que provoca que los pacientes no busquen atención médica y es por eso que los infartos silenciosos son especialmente peligrosos y pueden provocar efectos secundarios a largo plazo para el corazón.
¿Qué causa un infarto silencioso?
Las causas de un infarto silencioso son las mismas que las de un infarto típico, los diabéticos, en particular, suelen sufrir infartos silenciosos debido a la presencia de neuropatía, cuando el nivel de azúcar en la sangre no se controla con el tiempo, los vasos sanguíneos y los nervios se dañan, lo que hace que muchos diabéticos tengan una percepción disminuida o ausente de los síntomas, esto se conoce como neuropatía diabética.
El estrés físico y emocional puede ser provocado por las actividades personales, profesionales y familiares, así como por el tabaquismo, la inactividad física o la obesidad. Un infarto silencioso suele provocar una disminución de la función de bombeo del corazón, esto desencadena una frecuencia cardíaca elevada y alteraciones del ritmo cardíaco, y puede limitar las actividades cotidianas de la persona afectada.
¿Cómo se puede prevenir un infarto silencioso?
Según un estudio publicado en mayo de 2016, uno de cada dos infartos es de naturaleza silenciosa y solo puede detectarse mediante un electrocardiograma. Cuando se presentan síntomas como dolor en el pecho, mareos, dificultad para respirar o fatiga, generalmente se recomienda realizar un chequeo cardíaco. Si los síntomas como el dolor de pecho persisten, hay que buscar atención médica de inmediato, para evitar la muerte del músculo cardíaco adicional y sus efectos secundarios asociados.
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