Greta Elizondo comenzó en el ballet a los 8 años y a los 18 se mudó a la Ciudad de México para formar parte de la Compañía Nacional de Danza de México. Este año debuta como primera solista de la compañía, a la vez que baila por primera vez en el papel del cisne blanco y negro en El Lago de los Cisnes.
Esta temporada tendrá funciones el 10, 12, 14 y 17 de noviembre en Bellas Artes, con con orquesta en vivo, bajo la dirección de Luis Manuel Sánchez.
Al respecto, Greta nos comparte porqué es importante que proyectos como este se sigan produciendo.
“El Lago de los Cisnes es uno de los grandes clásicos del ballet. Lo he bailado muchas veces, pero esta es la primera producción en la que interpretaré tanto al cisne blanco y negro en la misma función, el cual es un reto muy importante en la carrera de una bailarina.
Además, la música de Tchaikovsky es divina y crecí viendo esta obra, imaginando que algún día formaría parte.
Es importante que mantengamos vivas las bellas artes, como el ballet, aunque sean difíciles de vender y muchas veces no sean rentables.
La manera en la que siguen existiendo es porque hay un apoyo monetario detrás, que generalmente es el gobierno, pero también existe el público y por eso es importante difundir y que sigan asistiendo e interesándose.
Hoy en día existen muchas expresiones modernas que son bellísimas y que también son importantes de crear y consumir, pero creo que las artes clásicas son la base y que por algo han sobrevivido tantos años.
La gente sigue conectando con ellas porque hay una sensibilidad, que aunque la historia esté situada en un lugar completamente distinto al que vivimos, hay algo que conecta con lo que estamos pasando actualmente y con lo que somos. En las artes clásicas, como el ballet, nos descubrimos como humanos.
A veces la gente no asiste a vernos porque no conoce el ballet y piensa que quizás no les guste. Pero la única manera de saber si algo te gusta o no, es abrirse la posibilidad de que este arte los toque.
El ir a esta experiencia no es nada más ir a ver la obra, sino el vivir el teatro, escuchar la música en vivo, emocionarse con el vestuario o con las formaciones y patrones que hacen los bailarines en escena, además de las sensaciones que estos crean. Hay muchos elementos que hacen que sea posible esta obra", nos compartió.