No estudió actuación propiamente, pero ha estado frente a las cámaras desde los cuatro años, cuando filmó sus primeros comerciales. Y, aunque se dio a conocer masivamente a través de las redes sociales, para Gisselle Kuri, la actuación es su principal motor.
De niña soñó con ser abogada, veterinaria y hasta monja, pero al final se decidió por la carrera que le ha permitido dar vida a diferentes mujeres, en proyectos tan contrastantes como la telenovela infantil Sueños y caramelos (2005), o la película Los idealistas (2019). Hoy, con 28 años y una treintena de trabajos en su haber, está a punto de estrenar Búnker, la primera serie producida en México por HBO Max, en la que interpreta uno de los roles femeninos.
¿Cómo vives la competencia en un medio que hoy en día está plagado de actrices jóvenes?
Lo más importante es tu esencia y quién eres como persona. Creo que todas somos únicas y tenemos nuestra propia visión de las cosas; esa es nuestra arma para diferenciarnos, pues aunque todas seamos actrices y haya muchas compañeras hermosísimas y talentosas, cada quien tiene su sello personal. Además, pienso que a la hora de contar una historia siempre le llega a la persona correcta... Hay lugar para todas.
Tú empezaste siendo una niña, ¿cómo has visto la transformación de la industria?
Ahora hay demasiado contenido y las cosas se mueven más rápido. Eso provoca que haya más opciones de trabajo, en diferentes plataformas, y, sobre todo, muchísimos nuevos talentos. Me parece increíble que existan más oportunidades y que sea más accesible crear tu propio contenido, pues hoy tenemos la facilidad de generar nuestros proyectos y antes debías esperar una oportunidad.
¿En estos tiempos es más importante la imagen que el talento?
No creo que un aspecto sea más importante que el otro. Por un lado, la imagen es la forma en la que te presentas al mundo y, de alguna manera, la parte divertida de expresarte: elegir qué te quieres poner, cómo te vas a cortar el pelo o si te quieres tatuar... Por ejemplo, yo disfruto experimentar con distintos looks, pero sin ceñirme a ningún estereotipo. Por otro lado, el talento es algo con lo que se nace y hay que tener la humildad suficiente para reconocerlo y trabajar en él, pues van de la mano.
¿Cómo te has quitado la etiqueta de influencer para ser actriz?
Las redes sociales siempre me han divertido mucho, son un medio que exploré por curiosidad y estoy muy agradecida con todo el camino que viví, pero ahora estoy más enfocada en la actuación, porque es lo que me da paz. Sin embargo, seguiré subiendo contenido, quizá de otro tipo, porque ambas cosas me han traído muchas bendiciones, me complementan y no están peleadas.
¿Qué podemos esperar de tu papel en la serie Búnker?
Por lo regular me gusta explorar con personajes que me saquen de mi zona de confort y de lo convencional, pero este, sin duda, es uno de mis proyectos más divertidos. En toda la serie (de ocho capítulos), interpreto a un personaje muy chistoso y único, además de que trabajé con gente súper talentosa que admiro mucho. Se trata de una historia de comedia y de acción muy diferente... Tiene un tipo de humor bastante particular que viene a darle frescura a todo lo que hay actualmente.