La frase “Buongiorno principessa” seguramente te trae a la mente la película La Vida es Bella, la cual se convirtió en un clásico instantáneo en la historia del cine. Y es que muy pocas cintas son capaces de llevarnos de la felicidad al llanto en tan solo unos instantes.
Estelarizada por su mismo director, el genial Roberto Benigni, al lado de su esposa, la actriz Nicoletta Braschi, la historia también contó con la participación del pequeño Giorgio Cantarini, quien interpretó al hijo de los protagonistas: Giousuè.
Con tan solo cinco años, el pequeño actor no solo se ganó el respeto y la admiración de la industria cinematográfica, sino que también se llenó los corazones de los espectadores alrededor del mundo. Por ello recibió el Premio Young Artist, el cual se entrega a los jóvenes actores o actrices que han comenzado su carrera en el mundo del espectáculo.
Tres años después de protagonizar "La Vida es Bella", Cantarini dio vida a Maximus, el hijo del personaje que interpretó Rusell Crowe en la también afamada Gladiador, dirigida por Ridley Scott. Tanto Benigni como Crowe ganaron el Oscar al Mejor Actor, así que todo parecía indicar que trabajar junto al pequeño era una buena señal para hacerse con la estatuilla dorada.
Pero tras aparecer en estas dos producciones, el joven se despidió de las cámaras.
Recientemente, Cantarini cumplió 30 años, cuenta con 40 mil seguidores en Instagram y ha trabajado esporádicamente en series de televisión policiacas y pequeñas producciones cinematográficas de su país. En una entrevista, el joven mencionó que sus padres quisieron cuidarlo de la fama, y por ese motivo se dedicó por completo a sus estudios luego de retirarse de la actuación.
“Nunca sentí un gran impulso para actuar”, declaró Cantarini, “aunque sin duda es un arte que me intriga. Pero me interesa mucho más el oficio de guionista”. También mencionó que le gustaría cursar estudios de criminología científica, algo que puede parecer banal, pero que le comenzó a interesar tras su afición con CSI. “Hasta los 18 quería ser futbolista, agregó, “el cine era algo que me gustaba pero podía haber terminado perfectamente en un campo de juego”.
El joven mencionó que hasta la fecha mantiene una buena relación con quien fuera su padre sobre la pantalla grande, Roberto Benigni, y que es una especie de guía en su vida adulta. “Después del colegio, siguiendo el consejo de Roberto, con el que siempre he estado en contacto y que todavía me invita a los estrenos o a tomar un helado, intenté entrar en el Centro Experimental de Cinematografía en Roma”. Fue así como Cantarini se diplomó en cine. Actualmente, vive en la ciudad de Nueva York, en donde estudia y también actúa.