Gabriel Orozco vuelve a exponer en México con la exhibición Politécnico Nacional, la cual reúne cerca de 300 obras del veracruzano, incluyendo piezas como Mesa de billar ovalada y La DS (Cornaline).
“Trabajamos en este espacio con una mirada muy específica, para no convertirla en una exposición historicista, retrospectiva, cronológica, sino en un paisaje, en el cual se combinan diversos estratos con trabajos pequeños, el dibujo, las fotografías y con obras de mayor escala”, explico el artista en un recorrido por la muestra que se encuentra distribuida a través de las diversas plantas del Museo Jumex.
“Aunque yo hice las piezas que conforman Politécnico Nacional, disfruté mucho revisitarlas y volver a jugar con ellas, esto me dio la oportunidad de leerlas con una mirada fresca, que también espero que sea la forma en la que visitantes, sean personas que ya conocen mi trabajo o quienes se acercan a él por primera vez, puedan revisitarlo, entenderlo, cuestionarlo, como siempre se debe de hacer, pero, al mismo tiempo, continuar, entendiendo que el arte es simplemente hacer las cosas y tratar de hacerlas lo mejor posible”, dijo Gabriel, quien recientemente fue nombrado Comendador de la Orden de las Artes y las Letras de la República Francesa por el Ministerio de Cultura francés.
Para la exposición Politécnico Nacional, el recinto cuya fundación es presidida por Eugenio López, trabajó de la mano con Briony Fer, curadora que a lo largo de los años se ha convertido en una especialista en la obra de Orozco.
Para reunir esta muestra monumental, el museo recolectó tanto piezas de la colección Jumex, como obras de colecciones privadas, lo cual incluye préstamos de 36 instituciones a lo largo del mundo.
“El arte tiene mucho de ingeniería. Para ser músico, ser pintor o escultor, necesitas saber de ingeniería. En México tenemos el concepto de que el Politécnico es de ingenieros, pero si nos ponemos a pensar de dónde viene esa escuela, cuándo se hizo, para qué se hizo y de cómo surge esa tradición, llegamos al polytechnique, la escuela francesa de técnicas para hacer puentes, para hacer esculturas y que se usó para hacer la Torre Eiffel, entonces surge la interrogante: ¿Por qué no hay una carrera de artes en el Politécnico? Esa reflexión es clave en esta exposición”, considera el artista de 62 años.
“Recuerdo esas épocas en las que se llegó a afirmar que en México simple y sencillamente no había arte contemporáneo, hasta los 90 la gente todavía percibía que México era Frida Kahlo y ya. No concebían que México pudiera ser una potencia cultural en el arte contemporáneo… Yo siempre he estado aquí y, después de tantos años, me da gusto ver que tengo piezas que siguen teniendo, a nivel expresivo, el mismo potencial que tuvieron en un principio, y vuelven, genera revuelo, indiferencia o cuestionamiento”, indica el autor de la Caja de Zapatos Vacía y del OROXXO, instalación a través de la cual convirtió una tienda de conveniencia en una pieza de arte contemporáneo.
Para el artista, el generar revuelo con su obra es reflejo de las emociones que puede despertar una pieza.
“La ‘sociedad del espectáculo’ se enfoca en ciertas obras que son ‘espectaculares’, entonces no se puede leer lo que está alrededor. Por la cantidad de trabajo que hay aquí, a lo largo de todo el tiempo que recorre la exposición y también la diversidad de técnicas que se incluyen, esta exposición es de las más completas que he hecho nunca”, compartió el artista sobre la exposición.
Esta estará disponible del 1 de febrero al 3 de agosto en el Museo Jumex, en la CDMX, en donde el público podrá apreciar una gran variedad de expresiones, desde instalación, hasta fotografías, esculturas y lo que el artista llama “la composta”, un collage de videos virales, críticas y contenidos de redes sociales que hablan sobre su trabajo.