Ana Fernanda Flores Fonseca tiene 49 años y fue diagnosticada con cáncer de mama hace seis años. Lucha que logró superar gracias a su detección temprana y a la constancia del tratamiento al cual estuvo sometida. Sin duda, su caso es ejemplo de positividad y fortaleza. Esta mujer soñadora es originaria de Hermosillo Sonora, aunque desde niña radicó en Toluca, Estado de México. Actualmente es emprendedora de una marca vegana llamada Manducare Orgánico, en la cual ofrece una variedad de productos naturales, libres de gluten y sin lácteos en Toluca y Metepec, misma que nació a raíz de su enfermedad y de su experiencia con el cáncer.
Una de sus más grandes pasiones en la vida es disfrutar de la compañía de sus hijos y el poder compartir con las personas temas de salud y de alimentación saludable. A Fer le diagnosticaron cáncer de mama en julio de 2014 y en octubre del mismo año comenzó a recibir su primera quimioterapia.
“Cuando me confirmaron la notica fue algo que no podía creer, pero recuerdo haber preguntado a mi doctor si moriría, su respuesta fue que haría todo lo posible para que yo estuviera bien, así que salí del hospital decidida a hacer hasta lo último”.
A ella lo que más le preocupaba era darle la noticia a su familia, sin embargo siempre estuvo rodeada de mucho amor y apoyada por ellos, principalmente por su mamá. Esta enfermedad silenciosa fue un parte aguas en su vida, el cual se convirtió en un antes y en un después. Una vez diagnosticada inició una serie de seis quimioterapias cada 21 días, se sometió a una mastectomía radical, una radioterapia y por último y durante cinco años estuvo tomando un tratamiento que finalmente concluyó. Fer confiesa haberse vuelto una mujer más consciente y aprendió a valorar cada minuto de su vida, volviéndose una persona agradecida y muy feliz. El tratamiento para mí fue más doloroso a nivel anímico que físico pues me perdí de momentos muy especiales con mi hijo menor.
Nicolás tenía un año 8 meses y mi hijo mayor Giovanni a sus casi 11 años le tocó vivir conmigo situaciones complicadas, comentó. Lo que siempre la ha motivado para seguir adelante son sus dos hijos y la vida misma. “La vida es un regalo de Dios que hay que disfrutar día con día y jamás quise darme por vencida”. Fer considera que durante un proceso tan difícil como lo es el cáncer el apoyo de la familia y de los amigos es vital, sobre todo en la parte más crítica, ya que se necesitan de muchos cuidados, de estar acompañados y de sentirte consentidos.
Gracias a su fortaleza, a su actitud positiva, al apoyo de su familia y de sus amigos logró salir adelante y vencer finalmente al cáncer. Aunque confiesa que esta enfermedad formará parte de toda su vida al tener que seguir en chequeos médicos constantes y más ahora que está consciente de que debe cuidar más de su salud. “El cáncer dejó marcas y cicatrices en mi cuerpo que siempre me van a acompañar, pero también me van a recordar lo afortunada que soy y de la misión que tengo. Actualmente la vida para mi representa toda una aventura llena de retos por vencer, y la oportunidad de seguir descubriendo cosas nuevas”, expresó.
Fer tiene muchos planes en puerta, entre ellos se encuentran el crecimiento de su marca Manducare y lograr concientizar a muchas mujeres sobre la importancia de la detección temprana del cáncer de mama, inculcándoles la autoexploración e invitando a las mujeres a realizarse la mastografía cada año a partir de que cumplan los cuarenta.
“Finalmente quiero decirles a todas las mujeres que están pasando por esta situación que aunque es una prueba muy dura, traten de fluir, que tomen las riendas de su vida y que hagan todo lo que tengan que hacer para salir adelante, recuerden que hay que vivir plenamente y sin miedos, valientes y siempre responsables”, finalizó.