Felipe de Jesús Tabares García es médico cirujano con especialidad en Urología, quien desde pequeño tuvo predilección por las Ciencias Naturales y la Biología.
Confiesa que cuando era adolescente trabajó en una librería de su tío durante el verano, donde comenzó a leer libros de Anatomía y esto lo hizo decidirse a estudiar Medicina y luego hacer una especialidad como Medicina Interna o tal vez Neumología.
Pasión por la Medicina
"Durante el internado en el IMSS me acerqué mucho a la cirugía y después realicé mi servicio social en una unidad móvil de Santo Niño Aguanaval en la Secretaría de Salud. Al concluir, me trasladé a la Ciudad de México para realizar una especialidad en Cirugía General, pero al rotar por Urología me apasionó y me cambié, ya que es la única especialidad quirúrgica que abarca las cinco técnicas: cirugía abierta, cirugía laparoscópica, cirugía endoscópica, cirugía robótica y cirugía reconstructiva", relata el especialista.
Cuando habla de su especialidad, Felipe destaca que es la rama de la Medicina que se encarga del estudio, diagnóstico y tratamiento de todas las enfermedades de las vías urinarias que competen a riñones, vejiga, uréteres y uretra, tanto en hombres como en mujeres; además de todas las enfermedades del aparato reproductor masculino y las patologías quirúrgicas de la glándula suprarrenal.
En su vida privada, el doctor Tabares está felizmente casado con la endocrinóloga Elizabeth Ramírez Cooremans, con quien tiene dos hermosas hijas, Ana Sofía y María José. Al respecto señala: "Es importante darse el tiempo con la familia, sin descuidar tu pasión por el trabajo. Siendo los dos médicos, lo hemos compaginado bien hasta el momento", indica.
Síntomas de alerta
Felipe recalca que lo mejor siempre es prevenir y que debemos estar atentos a los síntomas que nos dan la alerta para acudir al doctor. En su caso, el doctor señala que los síntomas de alerta para acudir con urgencia al urólogo son "hematuria u orinar sangre, cólico renal, que es un dolor de riñón secundario o una obstrucción de un riñón por un cálculo renal, por ejemplo; retención aguda de orina, que es cuando una persona no puede orinar o solo es un goteo, coloquialmente hablando".
Como urólogo, Felipe afirma que la Organización Mundial de la Salud recomienda un chequeo prostático anual a partir de los 45 años y si el paciente tiene antecedentes directos de cáncer de próstata (es decir, que su padre o hermano lo hayan padecido) es desde los 40 años.
"Cuando hablamos de cáncer prostático, como cualquier otro tipo es alarmante, pero hay que recalcar que es curable cuando se encuentra en etapa I y etapa II, es decir, cuando está confinado a la próstata. Por ejemplo, es cuando se encuentra en la pulpa de la próstata, encapsulado, ya que los ganglios y otros órganos no tienen enfermedad", indica.
Finalmente, el especialista recomienda a sus pacientes eyacular con regularidad y checarse una vez por año, ya que esta es la mejor forma de cuidar la próstata.
Instagram: @ftabaresgarcia
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