Eugenio López Alonso viene de una familia de emprendedores mexicanos. Su abuelo, Vicente López Resines, es el fundador de Grupo La Costeña y su papá, Eugenio López Rodea, fundó en 1961 la empresa mexicana Jumex, actualmente la productora de jugos más grande de América Latina.
Eugenio López Rodea se casó con Isabel Alonso y en 1967 tuvieron a Eugenio, quien actualmente es el único heredero de Jumex y el mayor coleccionista de arte de América Latina.
Aunque pudo haberse desarrollado en la empresa, Eugenio siempre ha declarado que lo suyo es el arte. “Definitivamente no hubiera sido abogado, ni médico, odiaba la escuela y las matemáticas me dan flojera”, declaró en la entrevista que le hicimos en nuestra edición número 10 de febrero de este año.
En ella nos contó que se dedicó a viajar y estudiar por el mundo y que quien lo introdujo al arte contemporáneo fue Richard Koshalek, quien fue director del MOCA en Los Ángeles entre 1983 y 1999.
En diversas ocasiones Eugenio ha contado que su amor por el arte se dio a través de tres eventos que marcaron su vida: el primero fue su visita al Palacio de Versalles en París cuando tenía siete años; el segundo cuando tuvo la oportunidad de apreciar una obra de Roberto Cortázar en casa de una amiga y el tercero cuando visitó por primera vez Sotheby’s, una de las casas de subastas más importantes del mundo.
De hecho fue en este lugar en donde a Eugenio le surgió la idea de dedicarse al coleccionismo de arte. Compró una obra de Helen Frankenthaler y habló con su papá, quien inmediatamente lo respaldó con su proyecto.
En 2001 Eugenio creó Fundación Jumex, una plataforma que tiene el fin de promover la producción, la discusión y el conocimiento en torno al arte contemporáneo, financiando e impulsando a artistas emergentes.
De acuerdo con el empresario, la idea surgió debido a que tras una visita a la galería de Saatchi, ubicada en una bodega en la ciudad de Londres, le surgieron las ganas de exponer al público sus adquisiciones de artistas internacionales y tras platicar la idea con su papá, este le dio la opción de abrirla en una fábrica en Ecatepec.
Al principio lo dudó, debido a que no estaba en la Ciudad de México, pero aún así decidió abrirlo y se sorprendió ya que la prensa extranjera fue la primera en darle difusión a su proyecto.
Tras varios años de éxitos y con las ganas de ofrecer al público mexicano exposiciones que solo se pueden ver en ciudades como Nueva York o París, Eugenio abrió en 2003 el Museo Jumex, ubicado en Polanco, en un terreno que le vendió Carlos Slim.
El recinto fue diseñado por el arquitecto británico David Chipperfield, a quien pidió específicamente que tuviera mucha luz natural, ya que es lo que el empresario aprecia más cuando visita algún museo.
El opening del Museo Jumex marcó un antes y un después en el arte contemporáneo en México y fue un suceso que atrajo a más de 700 invitados como Óscar Madrazo, Paola Saad y Raquel Bessudo.
En estos siete años, el museo ha recibido más de 1,750,000 visitas y ha albergado exposiciones de artistas como la de James Turrell, Andy Warhol y Jeff Koons. De hecho Eugenio asegura que hasta ahora la exposición de Jeff Koons y Marcel Duchamp es una de sus favoritas.
Además de estar activo promoviendo el arte contemporáneo en nuestro país, Eugenio es miembro del patronato de museos como el MUAC, el Tamayo, el New Museum de Nueva York o el MOCA de los Ángeles, además es un gran filántropo que apoya causas como la lucha contra el sida.
Aunque suele dar pocas entrevistas, este referente del arte en nuestro país se dio tiempo en su movida agenda (viaja constantemente entre México y Los Ángeles) y nos dio esta entrevista en la que recalcó su gran pasión por el arte y compartió las travesías que ha tenido que pasar para conseguir alguna pieza que desea.
Nos platicó que en una ocasión voló tres horas hasta Minnesota en un avión privado para comprar tres pinturas de Lawrence Carroll. Además aseguró que le encanta la arquitectura y admira el trabajo de Frank Gehry y Zaha Hadid, quien no le caía muy bien como persona.
Además aseguró que de entre sus museos favoritos en el mundo, destacan La Menil Collection de Houston y la Fundación Beyeler en Brasilea.
Eugenio cambia constantemente las obras de arte que tiene en su casa, pero las que siempre permanecen de su inmensa colección son las de Cy Twombly y Ed Ruscha.
“Para mí, el objetivo nunca ha sido tener la colección más cara, sino la que más me gusta”, declaró el empresario.
Aunque con los años se ha alejado un poco de los reflectores, a Eugenio lo vemos asistiendo a los Oscar con su gran amiga Paulina Rubio, así como a ferias internacionales con amistades que, como él, están inmersas en el mundo del arte.
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