Conseguir una entrevista con Blanca Treviño no es cosa fácil. La CEO de Softtek, firma tecnológica creada en Monterrey hace 38 años, es una de las empresarias más poderosas en el país y también una de las más reconocidas en su industria a nivel internacional. La regia, que además ingresó en el Salón de la Fama de Mujeres en Tecnología en 2019, nos habla, en primera persona, sobre sus aprendizajes de la época, la transformación de conceptos y la aceleración digital.
La incertidumbre en el liderazgo
El 2020 fue complejo y me animaría a decir que lo fue aún más la parte de incertidumbre. Cuando hablas de una posición de liderazgo, donde el líder tiene que ser contundente en guiar al grupo, creo que el elemento que lo hace más complicado es la incertidumbre. Todos hemos vivido momentos así y hemos sabido navegar en la marea, pero cuando se está en incertidumbre constante es más difícil.
Los que me conocen saben que la palabra supervivencia no me gusta. Cuando vienen y me preguntan: “¿Cómo van a sobrevivir esta crisis?”, les digo: “Miren, Softtek nació para sobresalir”. Si tu compromiso es sobresalir, entonces las acciones que tomas son distintas a cuando vives en modo de supervivencia. Con supervivencia dices: “Con que respire tantito la libro” y entonces no sacas a flote todas tus capacidades.
Digitalización: tres años ahorrados
Ciertamente nosotros somos muy privilegiados de estar en una industria donde la parte de digitalización ha sido mucho de nuestra promesa hacia el mercado: apoyamos a todas las empresas en sus procesos de transformación digital. Hemos visto este año cómo, de alguna forma, nos han ahorrado tres años de doctrina, de decirles con qué le tienen que entrar, porque ahorita todo lo que podemos hacer es justamente porque se dio esta posibilidad de digitalización.
La digitalización nos lo permite en cualquier ámbito, en el de educación, en el de medicina, en el de mantener el negocio, en el de tener contacto con tu familia y con tu ambiente social, pero debes tener la capacidad de saberlo vivir y saberte adaptar a ello, de tener esta resiliencia para poderlo hacer. Ha sido un momento que ha permitido que coincidan, de alguna manera, temas que parecían estar totalmente desasociados.
¿Y la transformación digital en la cultura?
Primero debes abrazar esa idea. Porque una empresa puede asumir el compromiso para moverse hacia esta transformación digital, pero el mandato desde arriba no es suficiente si al final del día la organización entera no está alineada en esa cultura.
La transformación digital conlleva una serie de habilidades, entre las cuales resaltaría la agilidad, por eso creo que es fundamental que se abrace el tema desde la cultura de la organización. Mi mamá tiene 83 años y quisiera que vieran su habilidad para usar Zoom y el Ipad, tiene que ver con cómo abrazar estos procesos de ir moviéndote y lo mismo ocurre en una empresa. Son empresas que han estado en un ámbito siendo muy exitosas, pero tienen que reconocer que o te transformas o evolucionas pues vas perdiendo posicionamiento.
Las mujeres y el liderazgo...
Fue muy evidente el liderazgo empático y ahí las mujeres somos extraordinarias. Necesitábamos grandes líderes, incluyentes, empáticos, contundentes, con una misión y un entendimiento de lo que estamos viviendo. Una situación como la que vivimos en 2020 lo puso más en evidencia. El liderazgo incluyente se volvió un mandato, el liderazgo empático, el entender la posición del otro, ya sea de tu cliente, de tu gente o de ese proveedor chiquito que está contigo.
Ahí las mujeres francamente somos extraordinarias para mostrar empatía. Tiene que ver también con nuestra capacidad un poco más 360, de que puedes atender muchos temas a la vez. Tenemos esta habilidad de sentir, de ver lo que está ocurriendo y de actuar para poderlo conseguir. Hay cosas que resaltar de las mujeres, pero también de los liderazgos sin género, lo cual también es muy positivo.