Enrique Gómez junco es una persona dedicada, que busca mejorar cada aspecto de su día a día, tenaz y disfruta de los retos que la vida se le presenta. En entrevista, él nos comparte todo el proceso que ha vivido luego de ser diagnosticado con la enfermedad de Lyme y cómo enfrenta las complicaciones de esta infección causada por la bacteria Borrelia.
Lyme es una enfermedad que si no la detectas a tiempo puede ser grave. Tu caso es muy particular, ¿Cómo te has sentido hasta el día de hoy?
Hoy en día, estoy experimentando varios síntomas que están presentes las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Mi síntoma principal es una fatiga extrema que me limita en la realización de mis actividades cotidianas. Tengo que priorizar mis tareas y actividades debido a mi condición. En este momento, me estoy enfocando en mi salud, trabajo, relación y familia.
Es interesante saber que presentabas síntomas, pero no tenías un diagnóstico claro. Sin embargo, ¿cómo fue que te contagiaste?
No recuerdo haber tenido un “bullseye rash” o haber sido picado por una garrapata, pero más del 66 por ciento de las personas con Lyme no detectan la garrapata. Es prácticamente imposible saber cuándo y cómo me enfermé de Lyme. Las personas pueden vivir con Lyme en su cuerpo, pero este puede permanecer inactivo gracias al sistema inmunológico. El problema puede surgir con algún estrés físico y/o emocional, que detona y multiplica la bacteria en el cuerpo. Mis síntomas empezaron a empeorar de manera drástica desde que me enfermé de COVID, ya que fui de los primeros contagios en México y no existían indicaciones para prevenir la inflamación que el virus provocaría en mi cuerpo. A partir de entonces, mi cuerpo se debilitó y la bacteria comenzó a extenderse por mi cuerpo, debilitándome día tras día.
“En primer lugar, es importante tener en cuenta la existencia de la enfermedad de Lyme”.
Después de varios diagnósticos, de cierta manera erróneos, ¿qué procedimiento se dio para poder detectarla?, ¿qué doctor lo encontró?
Durante varios años, recibí varios diagnósticos sin encontrar la raíz del problema. algunos de estos diagnósticos fueron síndrome de Ménière, Pericarditis, Miocarditis, hipertensión, depresión, ansiedad, trastorno del sueño, hernias lumbares y ruptura de ligamentos, entre otros. Cada doctor que visitaba trataba el síntoma específico, pero no encontraba la causa real que estaba afectando mi salud. Finalmente, un médico especializado en medicina alternativa me dio el primer diagnóstico con base en mis síntomas y mencionó la palabra Lyme.
Durante mis investigaciones, encontré un libro llamado Why Can’t I Get Better del Dr. Horowitz, que tiene un cuestionario detallado para evaluar la posibilidad de que un paciente tenga Lyme. Este cuestionario ha sido evaluado y aprobado por el CDC como un pre-diagnóstico. enfocando mi investigación en Lyme, fui a una clínica en estados unidos, donde finalmente obtuve mi prueba de Lyme positiva. Es importante buscar el diagnóstico y tratamiento adecuados para Lyme, así como buscar apoyo de otros durante el proceso de recuperación.
También es importante compartir que la enfermedad Lyme normalmente viene acompañada de co-infecciones, mold y metales pesados que se deben de diagnosticar y tratar para poder tener una recuperación.
¿Qué paso siguió después de enterarte sobre la enfermedad?
Lo primero que hice cuando un médico mencionó la palabra Lyme fue investigar. leí muchos libros, artículos y asistí a conferencias de lidas, especialmente aquellas en las que el Dr. Horrowitz estaba involucrado, ya que es uno de los médicos con más conocimiento sobre la enfermedad y un líder en la comunidad.
Me di cuenta de que el diagnóstico es sumamente complejo, así que investigué cuáles son los mejores laboratorios a nivel mundial para tener un diagnóstico claro. estos laboratorios son IGENEX, DNA Conextions e Infectolab. luego, hablé con muchas personas que habían pasado o seguían luchando contra la enfermedad para conocer qué tratamientos habían utilizado y cómo les había ido. Esto me ayudó a acortar mi búsqueda de una solución. En México, existen muy pocos médicos capaces de tratar el Lyme, por lo que decidí ir a Estados Unidos para tratarme durante dos meses en una de las mejores clínicas.
Es importante destacar que recibir un diagnóstico de Lyme puede ser un momento difícil y abrumador. Es fundamental buscar apoyo y alivio durante el proceso de recuperación. También es importante encontrar maneras de mejorar la calidad de vida y contar con el apoyo de seres queridos durante el tiempo de recuperación.
En lo anímico, claro que pesa saber que tienes una enfermedad, pero ¿cómo no derrumbarse y dar por perdido todo? ¿Cómo salir adelante?
Pasé años sin obtener un diagnóstico médico definitivo. Los médicos me decían que mis resultados de laboratorio parecían “normales” y que mis síntomas podrían estar relacionados con el estrés. Finalmente, cuando recibí un diagnóstico positivo de Lyme, sentí una sensación de alivio. Aunque sabía que me esperaban tratamientos complicados y que tendría que luchar contra una enfermedad sin una solución definitiva respaldada por el CDC y el FDA, el hecho de saber qué estaba enfrentando me dio la paz mental necesaria para poder ganar la batalla.
“Se conoce como el ‘gran imitador’ debido a que sus síntomas pueden confundirse con los de cientos de enfermedades”.
¿Cuál fue tu proceso de aceptación?, ¿es difícil entender esta enfermedad?
Siempre he creído que la felicidad del ser humano radica en resolver problemas, y este problema superó mis expectativas. Sin embargo, estoy seguro de que podré superarlo y salir de él más fuerte de lo que fui antes. Esta enfermedad ha debilitado mi cuerpo durante años, pero estoy seguro de que, al eliminar el lyme de mi cuerpo, tendré mucha más energía, mejor salud y una mayor sensibilidad hacia la vida.
Además, la comprensión y el apoyo de un grupo de personas Lyme Warriors, que han estado luchando contra esta enfermedad durante muchos años y han encontrado respuestas para vivir una vida normal y plena, fueron esenciales para mi recuperación. Pero, sobre todo, me sentí acompañado por mi novia Andrea, mi familia y amigos quienes me han apoyado en cada paso de esta enfermedad.
¿Qué tanto ha cambiado tu día a día?
Hoy mi vida es muy diferente a como era antes. Hay días en los que tengo algo de energía que me permiten hacer las tareas esenciales, mientras que, en otros días, incluso las tareas más sencillas son prácticamente imposibles. Dedico mi tiempo libre a descansar, sanar e investigar más sobre tratamientos o terapias alternativas para mejorar mi sistema inmunológico y poder luchar contra esta enfermedad para lograr la remisión.
Antes, un fin de semana perfecto para mí era viajar, conocer una ciudad nueva y salir de fiesta. Hoy en día, mi fin de semana ideal es tener una sesión completa de spa holístico con Andrea, donde hacemos sauna de infrarrojos, luz roja, desintoxicación de pies con ionización y Cold Plunge, para después disfrutar de un buen matcha y ver una película. Sé que es perfecto porque mi cuerpo sigue luchando y necesita mi ayuda y este tipo de terapias para mejorar mi calidad de vida y pronto poder hacer todo lo que realmente me gustaría hacer en estos momentos, pero que mi cuerpo no es capaz de hacer.
“En el 30 por ciento de los casos de picaduras, puede aparecer una marca llamada ‘bulls eye rash’, que dura semanas después de la picadura”.
¿Cómo es vivir con Lyme?
Vivir con Lyme es no vivir. Es estar ausente, vivir con dolor y no poder usar tus capacidades al 100 por ciento. Tu mente quiere que vivas una vida normal, pero muchos días es prácticamente imposible levantarse de la cama. Lo más complejo es que normalmente una persona con Lyme parece estar bien, aunque en realidad está enferma. Por eso, hoy estoy luchando para poder poner en remisión esta enfermedad y volver a vivir, volver a disfrutar. Mis metas en la vida no han cambiado, simplemente se han agregado más retos para poder alcanzarlas. Pero pronto podré decir que “Vivía con Lyme” y estaré activo y dispuesto a ayudar a todas las personas que estén pasando por esto. Solo en Estados Unidos se detectan más de 500,000 casos de Lyme al año, lo que se considera una epidemia silenciosa. De estos casos, el 20 por ciento se vuelve crónico, lo que significa que en cualquier momento puede haber más de 2 millones de personas en Estados Unidos con Lyme crónico, sin una solución definitiva por parte del CDC.
¿Cómo has sentido el proceso tratamiento?
Hoy me siento mejor gracias al tratamiento que recibí. Fui a una clínica donde combinan la Medicina tradicional con la Medicina funcional. Durante dos meses, recibí antibióticos y vitaminas diariamente a través de un catéter directamente en el corazón. Esto me ayudó a salir del pozo en el que me encontraba, pero todavía no he recuperado completamente mi salud. Estos tratamientos son extremadamente pesados, similares a la quimioterapia, donde el medicamento no solo busca destruir la bacteria, sino también destruye al organismo en su proceso. A pesar de que me encuentro mejor, todavía lidio con coinfecciones, moho, metales pesados y estoy trabajando en fortalecer mi sistema inmunológico para permitir que mi cuerpo sane.
¿Qué consejo podrías dar a conocer para evitar o en todo caso, aceptar esta enfermedad?
Para evitar los problemas que estoy experimentando actualmente, es esencial detectar la enfermedad en los primeros 30 días después de la picadura de una garrapata infectada. Si detectas una picadura de garrapata, es fundamental retirarla lo antes posible y enviarla al laboratorio para determinar si está infectada con Lyme. Desafortunadamente, la mayoría de las personas infectadas con Lyme no recuerdan haber sufrido una picadura, lo que complica el diagnóstico. Si la enfermedad se detecta en los primeros 30 días, la gran mayoría de los casos se pueden tratar con un simple protocolo de antibióticos orales. Sin embargo, el problema se complica si la picadura no se detecta a tiempo. Otra posibilidad de contagio se da durante el embarazo, donde una mujer embarazada puede transmitir la enfermedad a su bebé si ella no es tratada.