Emily Blunt se ha convertido rápidamente en una de las actrices más solicitadas de Hollywood gracias a su suave acento británico y a su encantadora presencia en la pantalla. Ya sea causando emoción entre los espectadores en "Mary Poppins Returns" o haciéndonos reír en "El diablo viste a la moda", Blunt ha demostrado que tiene la capacidad de interpretar cualquier papel que se le presente.
Además de ser una actriz de gran talento y una cantante de gran calidad, Blunt es una persona muy humilde y con los pies en la tierra, con la que es fácil hablar y con quien es fácil reír, tanto de sí misma, como de su marido. Y, por supuesto, su matrimonio con el actor John Krasinski es un #RelationshipGoals total, y una de las parejas más adorables de la industria.
Pero, ¿qué más hay que saber sobre Blunt para que sea una persona tan interesante? ¿Por qué decidió dedicarse a la actuación y con quién se ha hecho amiga a medida que avanzaba su carrera? ¿Tiene algún talento secreto o alguna peculiaridad? Así ha sido el antes y después de la actriz.
Emily Blunt jamás pensó en ser actriz
El viaje a la fama de Emily Blunt comenzó en Londres el 23 de febrero de 1983 cuando nació del abogado Oliver Blunt y su madre maestra, quien había disfrutado de una carrera como actriz en el escenario y la televisión antes de casarse y formar una familia. El tío de Emily es Crispin Blunt, el conocido miembro conservador del parlamento.
Los primeros años de vida de Blunt estuvieron llenos de muchas actividades divertidas en las que se destacó la música: cantaba en el coro, tocaba el violonchelo y montaba a caballo. Sin embargo, Blunt nunca consideró seguir los pasos de su madre en la actuación debido a su tartamudeo.
Nunca lo sabrías viendo su trabajo, pero Emily Blunt ha lidiado con un impedimento del habla desde que era una niña. En concreto, lucha contra la tartamudez, algo que le ha causado una cantidad importante de dificultades. "Me viene de familia. Tuve un tío, un primo y un abuelo que tartamudeaban", confesó en una entrevista con la revista People. "No tiene nada que ver con la ansiedad. Es sólo una especie de sinapsis cerebral que le ocurre a la gente que está genéticamente predispuesta a tenerla. Lo peor es tenerlo a los 12, 13 años".
Un problema con el tartamudeo
En la edición de octubre de 2008 de la revista W que presentaba un perfil de Blunt, el artículo decía: "Hay una regla no escrita que dice que todas las actrices bellas deben afirmar haber sido geeks totales en la escuela secundaria, ya sea que realmente lo fueran o no, pero Emily Blunt fue más convicente en eso que la mayoría".
Mientras crecía en un elegante suburbio de Londres, Blunt desarrolló un tartamudeo tan debilitante que apenas podía mantener una conversación, y mucho menos ser el centro de atención. Blunt expresó en el artículo: “Yo era una niña inteligente y tenía mucho que decir, pero simplemente no podía decirlo. Simplemente me perseguiría. Nunca pensé que sería capaz de sentarme y hablar con alguien como te estoy hablando ahora mismo”.
En el artículo, Blunt continuó mencionando que un maestro le recomendó que intentara actuar: "Trataba de empujar las palabras, pero era frustrante. Mis padres me llevaron a entrenadores de habla y de relajación. No funcionó. Entonces, uno de mis maestros en la escuela tuvo una idea brillante y dijo: '¿Por qué no hablas con acento en nuestra obra de teatro escolar?' Me distancié de mí a través de este personaje, y fue tan liberador que mi tartamudeo se detuvo cuando estaba en el escenario Fue realmente un milagro”.
Un futuro en la actuación
Con esta experiencia, Blunt todavía no quiso plantearse una carrera como actriz profesional, ya que su objetivo era trabajar con idiomas y ser intérprete. Pero el destino quiso que fuera seleccionada para una producción escolar -una ópera rock titulada "Bliss"- que acabó yendo al Festival de Edimburgo, según Harper's Bazaar. Y entre el público había un agente que la contrató en ese momento.
De hecho, uno de los coprotagonistas de Emily Blunt en "Bliss" también acabó convirtiéndose en un actor famoso: Adrian Rawlins, conocido por interpretar al padre de "Harry Potter" en el cine.
La primera actuación de Blunt como profesional fue junto a la dama Judi Dench en una producción de la familia real, que le valió el premio al mejor actor revelación. Además, se hizo amiga de Dench, que la tomó bajo su tutela y la orientó. "Me enseñó todo lo que hay que hacer para tener gracia y elegancia y no tomárselo en serio", comentó en una entrevista con Harper's Bazaar. "Me enseñó cómo quería ser el resto de mi carrera. Sólo hace falta una persona para intoxicar todo, y esas son las películas de las que no puedes esperar a ver la parte de atrás."
Después de eso, la carrera de Blunt se puso en marcha, ya que debutó en el cine en "Mi verano de amor". Pronto fue elegida para protagonizar "El diablo viste a la moda", y el resto es historia.
"El diablo viste a la moda"
El papel más destacado de Emily Blunt en el cine fue el de la desagradable asistente de moda Emily en la película de 2006 "El diablo viste de Prada". Blunt se impuso claramente en un reparto repleto de estrellas que incluía a Meryl Streep, Anne Hathaway y Stanley Tucci, lo que no es poca cosa.
Curiosamente, uno de esos famosos miembros del reparto acabó convirtiéndose en familia para Blunt, algo que se puso en marcha en la boda de Blunt con el también actor John Krasinski. Fue entonces cuando presentó a Tucci a su hermana Felicity, una agente literaria, y saltaron las chispas. "Hice coincidir a mi hermana con Stanley Tucci, que se coló en la familia", se entusiasmó en un vídeo con la revista Vogue. "Es el mejor tipo".
La hermana de Blunt y Tucci están juntos desde entonces y, por lo que parece, son muy felices juntos. Incluso dieron la bienvenida a su segundo hijo en 2018, según Entertainment Tonight.
John Krasinski y el amor
Los astros se alinearon una noche de 2008 cuando Emily Blunt conoció al también actor John Krasinski por primera vez. La pareja fue presentada por un amigo em común mientras cenaban en un restaurante, y ambos se llamaron la atención. Después, su primera cita fue en el apartamento de Krasinski en West Hollywood, donde comieron pizza y compartieron algo especial y privado. "Es tan precioso", se sonrojó Blunt en una entrevista con The Hollywood Reporter. "No quiero hablar de ello".
Blunt y Krasinski, que se hizo famoso interpretando a Jim Halpert en "The Office", mantuvieron sus carreras separadas durante mucho tiempo, hasta que llegó "Un lugar en silencio".
Menos de un año después de empezar a salir, Emily Blunt y John Krasinski decidieron llevar su relación al siguiente nivel. En agosto de 2009, la pareja estaba comprometida para casarse, según un artículo de la revista People.
Al año siguiente, en 2010, Blunt y Krasinski se casaron en una pequeña e íntima ceremonia en un lugar muy elegante: la villa de George Clooney en el Lago Como. Esta opción fue una gran sorpresa para ambos. "John conoce a George desde hace mucho tiempo, hicieron juntos 'Leatherheads', pero no puedo creer que nos ofreciera su casa, la verdad", compartió Blunt en una entrevista con Harper's Bazaar. "Todavía estoy bastante sorprendida por ello. Pensamos que estaba bromeando las primeras veces que lo dijo".
Una familia y vida completa
En 2014, Emily Blunt se convirtió en madre por primera vez cuando dio a luz a su hija Hazel. Después, en 2016, dio a luz a su segunda hija, Violet: "Los dos somos masivamente prácticos, y nos encanta", compartió en una entrevista con Harper's Bazaar. "Tengo mucha suerte con John".
Tener hijos también inspiró a Blunt a mudarse a Nueva York desde Los Ángeles para que pudieran estar en un entorno urbano, donde agradece que la dejen sola del público más a menudo.
Convertirse en madre ha supuesto un gran cambio para Blunt, que se encontró con una serie de prioridades totalmente nuevas ahora que tiene hijos. "No estaba preparada para el cambio de vida que supone", continuó. "Como todas las madres, pienso: '¿Qué hacía con mi día antes de tener hijos?' Es tan intenso y te necesitan tanto; me encuentro en un estado perpetuo de distracción".
Una vida fuera de las redes sociales
Es raro que las celebridades eviten por completo las redes sociales, pero Emily Blunt no tiene uso para ninguna de ellas. "Para ser honesta, soy una mierda en todas ellas", admitió en una entrevista en la revista InStyle. "Apenas puedo estar al día con el correo electrónico y los mensajes de texto, y mucho menos enviar a una cuenta pública lo que estoy haciendo todo el día".
Sin embargo, admitió tener una cuenta privada de Instagram en la que sigue a Lena Dunham y Amy Schumer, además de a sus amigos.
Tampoco se trata sólo de tener tiempo para ello, ya que considera que las redes sociales pueden mostrar al mundo demasiado de una persona. "Mi trabajo consiste en convencer a la gente de que soy otra persona y permitirles que hagan ese viaje conmigo", continúa. "Si compartes demasiado sobre ti mismo, el interés de la gente pasa a ser sobre ti en contraposición a los papeles que has interpretado". Añadió que siente nostalgia por la Edad de Oro de Hollywood, cuando los actores tenían un aire de mística en torno a ellos y Twitter no aparecía por ningún lado.
¿Ya conocías su historia?
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