Cuando tenía 11 años de edad, Richard Madden se unió a una compañía de teatro para superar la timidez escénica, un gran paso para comenzar su carrera artística.
El primer gran estreno cinematográfico que vivió fue en el 2000 gracias a la cinta Complicity donde desarrolló su primer papel como el joven Andy, pero esto le trajo una experiencia desagradable.
Al mismo tiempo que cursaba la secundaria, experimentó intimidación por parte de sus compañeros de clase.
Años más tarde logró graduarse de la Academia escocesa Real de Música y Arte Dramático ahora llamada Conservatorio Real de Escocia donde siguió trabajando sus habilidades en la actuación.
El reconocimiento e impulso a la fama mundial lo consiguió luego de interpretar a Robb Stark en la serie de drama de fantasía Game of Thrones, un proyecto que lo salvó de una crisis económica por la que atravesaba en ese entonces a sus 22 años.
Otro éxito comercial y en crítica fue la película de fantasía romántica Cinderella que, además de tener una importante recaudación económica, le dio la oportunidad de trabajar con Lily James.
Después repetiría el co-protagonismo en una producción basada en Romeo y Julieta, misma que tuvo su estreno en el 2016 pero en la que tuvo que ser remplazado tras sufrir una lesión en el tobillo.
Dos años más tarde recibió la aclamación luego de encarnar a un veterano de guerra y oficial de protección principal en la serie Bodyguard, considerada el drama de televisión más visto del Reino Unido desde que comenzaron los registros actuales.
Al año regresó a su alma mater para ser condecorado con un Doctorado Honoris Causa en Drama, además de ser nombrado hombre del año por una revista para hombres y como una de las 100 personas más influyentes del mundo.
Este 2021 el universo de Marvel le dio la bienvenida para personificar a Ikaris en Eternals que recientemente tuvo su premiere mundial.