Diego del Río: “El cine es una pieza que vas perfeccionando”

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El director, que ha destacado en teatro con producciones como "Madres e hijos" y "Casi normales", reflexiona sobre su incursión en el cine con "Todo el silencio".

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Diego del Río se estrena como director de cine con "Todo el silencio", en la que actúa Ludwika Paleta.

Tras dirigir más de 30 obras de teatro, Diego del Río se estrena como director de cine con "Todo el silencio", en la que actúa Ludwika Paleta y que ya se encuentra en Prime Video.

Tras la experiencia, nos comparte esta reflexión.

“Lo que me pasó con el cine es que me agarró, me flechó, es algo que quiero seguir explicando, explorando. Ya llevo más de 35 obras dirigidas y en el teatro uno hace y la pieza se redescubre y se reinventa cada noche y eso es aterrador.

El cine lo que tiene es que es una pieza que vas perfeccionando, definiendo capas y capas de sonido, de detalle, en dónde sales, en qué cuadro, en donde empieza la siguiente escena, si se superpone sonoramente esto, si el sonido confirma la imagen o no, o sea, pero es la misma pieza que uno pule, pule, pule y la pieza queda.

Como no estudié cine, yo dije: 'bueno, esta película va a ser mi escuela de cine' y en ella aprendí a pensar en el sonido, la imagen, a entender qué es la cámara, desde dónde mira, por qué mira, cómo mira, por qué se mueve, cómo se mueve. 

Se trata también de descubrir la película que estábamos haciendo, porque si bien uno tiene a priori ideas muy concretas de convención de un sistema de lo que quiere filmar, también se va revelando la película en el set.

En Todo el silencio la pareja de Lola y Miriam funciona como una metáfora del lenguaje en general, que aborda dos ejes: la identidad, cómo se reinventa y se redescubre; y la comunicación y el lenguaje, porque vemos las distintas formas en que los seres humanos nos expresamos. 

No se cuestiona nunca si estas personas son lesbianas o no, son una pareja que vive esa expresión del amor de una manera libre y natural. Para mí era importante hacer una película que no nada más se tratara de cuestionar eso, sino de poder mostrarlo y hacer pensar al público.

Yo siento que la mirada de la cámara, la dinámica del set, sí informó o modificó algo de mi manera de habitar esa ficción. Sin embargo, pienso que los lenguajes son distintos, pero cada ficción también te va antojando algo dependiendo de la intimidad. 

Había escenas muy largas que ensayábamos toda la mañana y, antes de comer, hacíamos un primer ensayo con cámara, cortábamos para comer y filmábamos toda la tarde, porque eran planos secuencias de siete o doce minutos. Eso fue muy especial.

Ludwika Paleta es una actriz con la que he hecho muchas obras, uno de los talentos que le reconocí desde los ensayos es la posibilidad que tiene de construir desde la voz y para este personaje yo necesitaba dos cosas: una mujer que tuviera una sensibilidad especial por el universo del mundo de la cultura sorda o de la diversidad de audición y Ludwika tiene acúfeno, que es tinnitus, que es una condición de escucha que está más bien en el cerebro más que en el oído, pero es un sonido constante con el que ella ha vivido los últimos 12 años.

Yo sabía que ella iba a tener una sensibilidad especial con el sonido, porque si bien su personaje, Lola, no tiene acúfeno, su personaje es una mujer que no puede escuchar, pero está integrada al mundo de los oyentes. Entonces cuando yo vi que ella tenía esta sensibilidad con el tema y que tenía la posibilidad de crear con mucha verosimilitud desde la voz, yo dije ella es la actriz para hacerlo, porque confío mucho en su instrumento actoral.

Por otro lado, Arcelia Ramírez es una actriz admirable, poderosa. Creo que es una de las grandes bestias, talentos de nuestro teatro, de nuestro cine. La he admirado mucho, he tenido la posibilidad de hacer personajes muy fuertes en obras que hemos hecho juntos y este es casi una participación especial, tanto la de Arcelia, como la de Diana Bracho, como la de otros actores y actrices como Eugenio Rubio, como mi hermana Ida, que hacen pequeños cameos, pero que siento que simbolizan cosas muy importantes en la película.

Porque la película está plagada de referentes íntimos, tanto míos como de Adriana Llabrés… Es simplemente un pequeño gesto simbólico de tener ahí a algunas de mis actrices favoritas y cómplices favoritas en el teatro, ahora en mi primera película”, contó en entrevista el director, cuya cinta se estrenó hace unos días.


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  • Aracely Garza