El nombre de Naya Rivera ha ocupado todos los titulares estos últimos días debido a que desapareció mientras daba un paseo en bote con su hijo Josey Dorsey en el Lago Piru, ubicado al sur de California. Después de una intensa búsqueda, y tras seis días de incertidumbre, el cuerpo de la actriz de Glee fue encontrado justo el día que se cumplían siete años de la muerte de su compañero de cast, Cory Monteith, quien murió de sobredosis en 2013. El accidente que terminó con la vida de Naya se suma a las tragedias que han ocurrido al elenco de la exitosa serie musical.
La actriz, de 33, años dejó huérfano al pequeño Josey Dorsey quien fue hallado solo en el bote por la policía. De hecho el hijo de la actriz fue el único testigo del accidente y aseguró que su mamá y él estaban nadando, pero ella no volvió a salir del agua. De acuerdo con las autoridades lo más probable es que la actriz y el pequeño sufrieron un percance mientras nadaban y Naya alcanzó a poner a salvo a Josey antes de que ella se hundiera.
Josey es fruto del matrimonio que la actriz tuvo con Ryan Dorsey, con quien compartía la custodia del pequeño que ahora se quedará al cuidado de su padre. De hecho Ryan se mostró verdaderamente afectado por la muerte de Naya a pesar de que estaban divorciados y su relación no terminó muy bien.
De acuerdo con el reporte de la policía, Josey se encuentra en perfecto estado de salud y ahora depende completamente de su padre quien fue captado con un semblante de preocupación al salir de su casa en Los Ángeles.
Naya y Ryan se casaron en 2014 y se divorciaron en 2018 debido a problemas de violencia doméstica supuestamente propiciada por la actriz. Al final ella quedó liberada de los cargos y ambos compartían la custodia de su hijo. En redes sociales la estrella de Glee mostraba cómo la maternidad le había cambiado la vida y expresaba el profundo amor por su pequeño.