Demi Moore está a punto de llegar a los 60 años como una mujer a la que los signos de la edad no le han dado mucha batalla y pese a que alguna vez lo negó, hoy no es tan necesario cuestionarse lo que es evidente: a recurrido a los procedimientos estéticos.
Y esto no está mal, hay quienes se someten a estas prácticas para lograr competir con el reloj biológico de una forma sutil, sin embargo en el caso de la estrella de Hollywood esto ha llegado a un abuso debido, quizá, a la presión y las exigencias de la industria del entretenimiento por mantenerse joven.
Durante los años 90, la ex esposa de Bruce Willis era una de las actrices más cotizadas. La actriz de 'Ghost: La sombra del amor' tenía una imagen muy natural, con una cara ancha, boca pequeña, ojos de un tamaño promedio y cejas pobladas.
Quizá lo único que podemos considerar son sus dos cirugías por estrabismo a las que recurrió cuando era niña para corregirlo.
La primera vez que su imagen cambió fue antes de protagonizar 'Striptease', Demi se operó el pecho debido a las exigencias de la cinta, posteriormente la vimos tonificar su cuerpo extremadamente para darle vida a 'La teniente O’Neill'.
Sin embargo estos cambios apenas eran los mínimos que veríamos con el paso de los años. A partir de entonces la actriz buscó conseguir ese estándar de belleza y de eterna juventud que Hollywood y el mundo espera de las estrellas de cine.
Comenzamos a verla con el rostro mas afilado, la mandíbula era más marcada y parecía que no había grasa en su rostro como solíamos ver en el pasado.
Tras su ruptura con Bruce Willis y el inicio de su relación con Ashton Kutcher los cambios en el rostro de Demi se evidenciaron aún más y es que la actriz es 15 años mayor que él, sin embargo en cuestiones de apariencia no era tan grande la diferencia.
De hecho para 2003, la actriz protagonizó la cinta 'Los Ángeles de Charlie' con actrices a las que les doblaba la edad, y aunque no se ponía en duda la increíble genética de la actriz, era evidente que se estaba sometiendo a algún tipo de tratamiento para lograr verse joven.
Los rumores sobre lo que Demi se había hecho en su rostro crecían tanto que para 2010 le dijo a la revista Elle: "Me hicieron algo, pero no está en mi cara". Incluso mencionó que le molestaban estos rumores.
Conforme pasaron los años logramos como el rostro de Demi parecía no tener arrugas y sí estas aparecían eran tan finas que difícilmente podríamos adivinar su edad. Eso sí, los pómulos le dieron una nueva forma a su rostro y aunque sus labios permanecen muy finos, hay un poco de volumen en ellos.
Para 2021, la estrella de Hollywood desfiló para Fendi en el Paris Fashion Week de Alta Costura, en donde el rostro de Demi era completamente otro: sus pómulos y su marcaje bajo este robaron la atención de fotógrafos y todos los asistentes.
Difícilmente se ha podría saber a qué tratamiento se sometió, algunos apuntan a los rellenos hialuronicos, transferencia de grasa, mejillas hundidas y hasta la bichectomía, sin embargo la respuesta nadie la tiene, lo único que podemos afirmar es que su rostro dista mucho del que vimos en pantalla en los 90's.