Conocido por su trabajo en más de 300 películas y programas de televisión, el actor estadounidense Danny Trejo es un reconocido actor de Hollywood. Con el tiempo, también se ha vuelto popular por su personalidad de tipo rudo en la pantalla, que se debe en parte a sus experiencias personales con las drogas, el crimen y la cárcel.
Por supuesto, hoy en día no asusta a nadie, especialmente con personas diciéndole al mundo lo lindo que es, como Salma Hayek, pero en algún momento de su vida, Danny fue una persona increíblemente peligrosa. Por ejemplo, ¿sabías que estuvo en prisión por varios años y, pese a eso, encontró la forma de hacer su camino por Hollywood?
Los inicios de Danny Trejo
Los primeros años de vida de Danny Trejo estuvieron marcados por la adversidad y la lucha. Nacido el 16 de mayo de 1944 en Echo Park, Los Ángeles, su familia era pobre y sus padres trabajaban muchas horas para cubrir sus deudas. Su padre era un alcohólico abusivo y su madre a menudo tenía que huir con sus hijos para escapar de sus arrebatos violentos. Como resultado, Danny creció en un ambiente turbulento y tuvo que valerse por sí mismo desde muy joven.
La introducción de Danny a las drogas y la actividad delictiva se produjo a una edad temprana. Cuando solo tenía ocho años, consumió marihuana por primera vez. Cuando llegó a la adolescencia, ya se había involucrado en pandillas y se metía en peleas con regularidad. En la secundaria, abandonó la escuela y comenzó a abusar de las drogas como la heroína y la cocaína.
El consumo de drogas de Danny y su participación en actividades delictivas continuaron aumentando. Se volvió adicto a la heroína y comenzó a vender drogas para mantener su hábito. Finalmente, fue arrestado por posesión de drogas a la edad de 18 años y enviado a un centro de detención juvenil.
Danny Trejo: ¿Por qué estuvo en la cárcel?
La primera temporada de Danny Trejo en prisión fue en 1961. Fue sentenciado a 5 años en la prisión estatal de Soledad por posesión de drogas y robo a mano armada. Trejo fue liberado en 1965, pero pronto fue arrestado nuevamente por tráfico de drogas, lo que lo llevó a otra pena de prisión.
El tiempo de Danny en prisión estuvo marcado por la violencia y la adicción a las drogas. Con frecuencia se metió en peleas e incluso participó en un motín dentro de una prisión. Mientras estaba encarcelado, comenzó a usar heroína cuando su adicción a las drogas empeoró.
Según una entrevista con Trejo, pasó un total de 11 años en prisión a lo largo de su vida. Su sentencia más larga fue por robo a mano armada y delitos de drogas, que cumplió en Soledad y Folsom. En 1972, se le concedió la libertad y comenzó un largo camino hacia la rehabilitación.
A pesar de los desafíos que enfrentó, Danny Trejo finalmente cambió su vida. Se puso sobrio y comenzó a trabajar como consejero de drogas. Además, comenzó a dedicarse a la actuación, lo que eventualmente lo llevó a su gran papel en la película "Runaway Train" en 1985.
Danny Trejo después de estar en la cárcel
El tiempo que Danny Trejo pasó en prisión fue una experiencia desafiante y traumática para él. Lo ha descrito como un "infierno viviente", con la violencia, el miedo y la soledad como compañeros constantes. El duro ambiente de la prisión lo sometió a terribles actos de violencia, incluidos apuñalamientos y peleas de pandillas.
Sin embargo, a pesar de las dificultades que enfrentó, Trejo reconoce que su tiempo en prisión fue un punto de inflexión en su vida. Mientras estuvo allí, comenzó a dar pasos hacia la rehabilitación, involucrándose en diversas actividades como el boxeo y otros deportes. También participó en programas de asesoramiento y rehabilitación que lo ayudaron a lidiar con su adicción a las drogas y otros problemas.
Además de estos programas, Trejo también encontró una salida a su creatividad mientras estuvo en prisión. Desarrolló su interés por la actuación y la interpretación y participó en producciones teatrales dentro del sistema penitenciario. Pudo sentar las bases para su futura carrera en la industria del entretenimiento gracias a estas experiencias.
Trejo atribuye su punto de inflexión hacia la rehabilitación a un compañero de prisión que lo alentó a buscar una vida mejor y mantenerse sobrio. También cita su nueva fe como un factor significativo en su recuperación y éxito continuo. Sus experiencias en prisión han influido en su defensa de los jóvenes en riesgo y su trabajo con varias organizaciones para prevenir la adicción a las drogas y la actividad delictiva.