Su espíritu visionario la llevó a fundar su propia florería con tan sólo 18 años de edad, y en esta entrevista nos cuenta todo acerca de Seven Roses, un concepto fresco y personalizado que da vida a arreglos florales encantadores.
Cristy, para comenzar, platícanos, ¿cuáles son tus flores favoritas?
Todos los meses cambio de flor favorita. Hace dos meses te pude haber dicho que las orquídeas phalaenopsis blancas, el mes pasado las hortensias azules, pero este mes yo creo que es la orquídea dendrobium morado fuerte o la mokara naranja.
¿Qué fue lo que te inspiró a convertirte en emprendedora?
La idea de poder hacer mi propio dinero siempre lo tenía pensado, nunca creí que pudiera crecer como lo he hecho, más bien, no me imaginaba que sería tanto y ahora que estoy aquí puedo decir que me encanta la libertad que me da el generar mi propio dinero y la disciplina que he aprendido a través de estos años.
¿Cuál es la historia detrás de Seven Roses y cómo decidiste dar el paso para iniciar tu propio negocio?
Cuando yo estaba chiquita, mi mamá me llevaba al centro a comprar paquetes de flores, las limpiábamos y adornábamos en mi casa, tuve tiempo con el que sabía que de grande iba a tener una florería y a mis recién cumplidos 18 años supe que ya era el momento para empezarme a dedicar a esto. En cuestión de un día, con apoyo de mi mamá, pensé en un nombre rápido, así que mandé a hacer una tarjeta con el nombre e hice mi primer arreglo de agradecimiento a mi dermatóloga por haberme regalado una cita.
¿Qué es lo que hace que Seven Roses sea un emprendimiento único?
Me considero una florería muy única y personalizada. Me encanta que me pidan arreglos, que confían en mi estilo para sorprenderlos con mi creatividad. Ahorita cuento con dos personas más, que me ayudan cuando estoy estudiando o en clases; cada vez más nos dan la oportunidad y la confianza de ser parte de eventos como despedidas, inauguraciones, etcétera.
Siendo una mujer emprendedora y joven, ¿cuáles han sido los desafíos y cómo los has enfrentado?
Primero que nada, ha sido súper difícil el equilibrio entre estudiar mi carrera y trabajar, para no descuidar ninguna de las dos cosas. Al mismo tiempo, poder tener mi vida normal disfrutar con mis amigas, mi novio y tener tiempo para mí. Además, fue muy difícil al principio ganarme la confianza de mis proveedores por ser una niña que llegaba al local a buscar informes. Empecé con errores donde no tenía un buen control de los costos, pero poco a poco perfeccioné mi administración y más que nada, la relación con mis proveedores se hizo súper unida.
“Me encanta que me pidan arreglos, que confíen en mi estilo para sorprenderlos con mi creatividad”.
¿Con qué elementos aportas en Seven Roses?
Somos una florería muy personalizada, así que a cada pedido le dedico el tiempo y esfuerzo necesario para que el cliente pueda sentirse con la confianza de diseñar su propio arreglo, algo que me gustaría haber hecho a mí cuando mandaba flores de chiquita. Mi idea es ser más personalizada, sobre todo porque no me gusta cerrarme a ciertas ideas con las que hay gente que me habla dispuesta a probar mi creatividad a ciegas. Aunque ya pronto llegará el día que necesite hacer un catálogo porque hay mucha gente que le gusta ver algo ya hecho y así escogerlo.
¿Qué tipo de arreglos florales son tu especialidad?
Llevo ya casi dos años con la florería y estoy empezando eventos como despedidas, inauguraciones y bautizos, ya más grandes que antes, pero espero un día llegar a ser una florería de bodas muy reconocida.
Las preferencias de los clientes en cuanto a flores y arreglos pueden variar, ¿cómo te aseguras de entender sus ideas y proyectarlas?
Siempre me mandan una foto de referencia, un estilo de colores o tipos de flor que quieren que siga, estoy pendiente a cada pedido, desde la calidad que se compra, que sea flor nueva de la semana y me aseguro de entender bien cuál es la necesidad y gusto de quien me pide los arreglos; para mí lo más valioso es un cliente que regresa.
“Mi estilo de flor lo considero asimétrico, las flores por donde se quieran acomodar, unas más bajas, otras muy altas en un mismo arreglo”.
¿Cuáles son las tendencias en decoración floral que has visto en este año?
La incorporación de elementos inusuales como frutas, verduras o ramas y otros elementos que sorprenden. Las flores secas y preservadas, al igual es algo que creo que va a seguir creciendo. Mi estilo de flor lo considero asimétrico, las flores por donde se quieran acomodar, unas más bajas, otras muy altas, todas en un mismo arreglo. Considero que es algo que se ha visto mucho y es muy popular también.
¿Cuál ha sido, hasta ahora, el diseño más memorable y significativo para ti?
Definitivamente, el del Día de las Madres de este año, porque es el día que he podido medir mi crecimiento en general. Me sorprendí a mí misma con 160 pedidos de flores, de un año a otro tripliqué el número de pedidos y es el mejor sentimiento del mundo.
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son tus aspiraciones y metas a largo plazo con Seven Roses?
Quisiera poder convertirme en una florista reconocida de eventos tan grandes como bodas, ganarme la confianza de muchos clientes, crecer a mi equipo y poder decorar mi propia boda también.
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Instagram @sevenroses.mty