Cristina Rubí quiere hacer música... ¿en la ONU?

PERSONAJES

“¿Por qué hago música? ¿Para qué?”, se cuestiona la cantante. Se ha dado cuenta de que su talento era impulsado a veces por el ego y la vanidad. Quiere hacer música con el corazón y que su voz sirva para cambiar muchas realidades.

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Cristina Rubí. Foto: Carlos Dayan Aparicio.

Estudiando la maestría en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Cristina se está perdiendo la experiencia de Ciudad Universitaria. La pandemia ha transformado la modalidad presencial a distancia obligada. Ahora que regresó a Pachuca, tiene tiempo de reflexionar y recuerda cómo encontró su propósito.

Hace dos años, la vida la llevó a Perú, en donde tuvo la oportunidad de trabajar en la Organización Internacional del Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas. “Descubrí que eso era exactamente lo que quería hacer, trabajar en la ONU”, revela. Pero sin un posgrado y sin hablar francés, este sueño parecía lejano; por eso buscó la maestría, grado que pretende alcanzar con una tesis enfocada en el estudio del trabajo infantil.

“Perú es hermoso”, recuerda. Ella no eligió llegar ahí, simplemente le tocaba. “Pero me llevé una sorpresa increíble. La gente es bellísima, la comida…”, se detiene para hablar del cuy: “Es chicloso, no me gustó. Pero es como la barbacoa aquí, el alimento más importante de las fiestas”. 

“Perú lo tiene todo: selva, desierto, bosque. La gente trata muy bien a los mexicanos, con mucha emoción, porque escuchan nuestra música y ven nuestra televisión”, cuenta. En solo tres meses, Cristina conoció las entrañas de la sociedad peruana y se especializó en formación dual, lo que en México se conoce como educación tecnológica.

Quiere volver a esas labores. Se lo ha planteado como meta personal y pretende lograrlo. De llegar a ONU México o a la sede en Ginebra, ella podría aportar una nueva visión. “Yo soy alguien muy comprometida con la sociología, con la ciencia social, pero no por eso tengo que dejar de hacer música o cantar. Trabajar en la ONU sería más o menos lo mismo, analizar a la gente, pero nunca sintiéndome ajena”, asegura.

Estudió sociología pensando que iba a cambiar el mundo y todavía cree que lo puede hacer, un paso a la vez. “No creo que haya que atacar los problemas sociales como tal para resolverlos, lo primero que hay que hacer es entenderlos. A mí me ha pasado con el trabajo infantil; yo entré con esa visión moderna, de chica que fue en escuela privada, de decir que ningún niño debe trabajar.

“Ya que me metí a estudiar el tema, muchos niños no trabajan por necesidad, algunos por aprender valores o ayudan en el negocio familiar. Podemos arreglar cualquier tema siempre y cuando no sea a través de nuestro prejuicio, tenemos que inmiscuirnos y sin juzgar”, dice. Nada le parece tan interesante como conocer por qué la gente hace lo que hace. 

“Nos creemos libres, y sí lo somos pero, ¿hasta qué punto?”. Cristina se considera feminista, busca aplicar lo que aprende en su vida primero. “Si alguien sale a marchar o a rayar, aunque yo no estuviera de acuerdo, trataría de comprender por qué lo hace. Sin etiquetar al movimiento, intento aplicar el feminismo cuestionando mis conductas diarias.

“Claro que tengo actitudes machistas, como pueden tenerlas mi familia, mis amigos y la universidad en la que estoy. Y creo que lo único que me toca es cuestionarme. Me parece fascinante encontrarme con conductas que yo misma daba como normales y tener esos quiebres conscientes de la realidad. Tampoco se vale que yo juzgue a otros que tienen una historia de vida diferente a la mía”, comenta.

Para ella, el feminismo es una reflexión interna de la imagen que tienen las mujeres y de los roles que juegan, muchos de ellos preestablecidos e injustos.

EN LAS REDES

Cristina evita poner su opinión personal en las redes sociales para evitar el tribalismo y la confrontación. “No puedes convencer a alguien que opine lo contrario a ti. Si alguien lee algo que está en contra de lo que opina, se va contra la persona, no contra la idea; inmediatamente se siente agredido, asume que la gente está pensando que está mal y así está generando más resistencia que convencimiento”, sugiere.

DATO CURIOSO: La canción que más le gusta cantar es On My Own del musical Los Miserables.


Aquí puedes escuchar su más reciente sencillo:

​Y aquí puedes ver el video:


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  • Elliott Ruiz