Cristiano Ronaldo es sin duda uno de los futbolistas más icónicos de todos los tiempos. Ha conquistado títulos con clubes legendarios, ha sido campeón de Europa con Portugal y ha ganado múltiples Balones de Oro.
Pero antes de convertirse en una superestrella, el novio de Georgina Rodríguez era solo un niño humilde con grandes sueños en una isla portuguesa. Checa cómo fueron sus inicios y lo difícil que la escuela para él.
Así fue la infancia de Cristiano Ronaldo
Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro nació el 5 de febrero de 1985 en Funchal, la capital de Madeira, una isla portuguesa en medio del Atlántico. Fue el menor de cuatro hermanos y creció en el barrio de Santo António, una de las zonas más pobres de la ciudad.
Su madre, Dolores, trabajaba como cocinera, y su padre, Dinis, era jardinero y utilero del equipo local Andorinha. Sin embargo, desde muy pequeño, el fútbol estuvo presente en su vida. Pasaba horas en la calle jugando con amigos, desarrollando su talento de manera natural.
Su padre, a pesar de luchar contra problemas de alcoholismo, fue quien lo acercó al mundo del fútbol al inscribirlo en Andorinha, donde comenzó a destacar por su habilidad con el balón.
Su padrino, Fernao Barros Sousa, recuerda que desde niño Cristiano mostraba una pasión inquebrantable por el fútbol. Siempre tenía un balón en los pies, imitaba a los jugadores mayores y, cuando no podía jugar, lloraba de frustración.
Así se veía Cristiano Ronaldo en la escuela
Aunque su talento futbolístico era evidente, la vida escolar de Cristiano Ronaldo no fue fácil. No era un estudiante sobresaliente y muchas veces la escuela pasaba a un segundo plano porque lo único que le importaba era jugar al fútbol.
A los 10 años, dejó su ciudad natal para unirse a las categorías juveniles del Nacional de Madeira, donde su talento llamó la atención del Sporting de Lisboa, por lo que se mudó a la capital de Portugal... ¡con tan solo 12 años!
El joven estaba lejos de su familia, tenía dificultades para adaptarse al acento lisboeta y, en ocasiones, sufrió burlas de sus compañeros. Sin embargo, su amor por el fútbol lo mantenía firme.
A pesar de querer regresar a casa en más de una ocasión, su familia y entrenadores lo motivaron a quedarse, pues incluso en los entrenamientos, Ronaldo se destacaba y parecía tener un futuro prometedor.
Pasaba horas después de las sesiones de práctica perfeccionando su técnica, practicando tiros y regates hasta la extenuación. Sus entrenadores y compañeros de equipo notaron rápidamente su mentalidad de ganador y su deseo insaciable de mejorar.
Cómo encontró el éxito Cristiano Ronaldo
El punto de inflexión en la carrera de Cristiano llegó cuando tenía 16 años. En un partido de pretemporada del Sporting de Lisboa contra el Manchester United, dejó impresionado a Sir Alex Ferguson con su velocidad, regates y calidad técnica.
Solo unos días después, el club inglés fichó al joven talento, convirtiéndolo en uno de los traspasos más prometedores de la época. En el Manchester United, Ronaldo se transformó en una estrella mundial, ganando múltiples títulos, incluido su primer Balón de Oro en 2008.
Su disciplina, ética de trabajo y obsesión por la perfección lo llevaron a la cima del fútbol. Posteriormente, su traspaso al Real Madrid en 2009 por una cifra récord consolidó su estatus como uno de los mejores jugadores del planeta.
¿Lo sabías?