El cantante Cristian Castro tuvo una infancia difícil, pues desde muy pequeño fue diagnosticado con el trastorno del espectro autista, lo cual generó grandes críticas. A pesar del talento de sus padres, el público se sorprendió al enterarse, pues siempre se ha mostrado muy entusiasta y animoso en los escenarios.
El recorrido artístico de Cristian es destacado por el talento en su voz, se caracteriza por una gran potencia, facilidad para falsetes y por lograr alcanzar tonos altos. Ha vendido más de 10 millones de discos debido a sus más de 30 años de trayectoria. Ha publicado al rededor de veinte álbumes y cantado en los recintos más importantes de México, Estados Unidos, España y países de Latinoamérica.
Desde muy pequeño fue conocido como uno de los cantantes más talentosos, incluso Juan Gabriel lo reconoció como: “El hombre con más facultades para cantar de México”.
A temprana edad comenzó a participar en obras musicales, teatro, telenovelas e incluso fue locutor de su programa de radio La Hora de Cristian, donde debutó como cantante con la canción El Gallito Feliz, que se incluyó en su primer disco. Desde ese momento, Cristian creció mucho al grado de ser premiado como el mejor actor infantil del momento.
Sin embargo, su infancia fue complicada, ya que fue catalogado como un niño retraído, motivo por el cual sus maestros en la escuela recomendaron a su madre que lo llevara con especialistas para que fuera atendido médicamente y así fue.
Cristian recibió ayuda psicológica, fue medicado durante su infancia para tratar y mejorar su condición, que según los especialistas no es considerada una enfermedad.
“Me sentía cómodo en mi mundo un poco aislado y eso llevó a que los maestros recomendaran a mi madre que me llevara a psicólogos y que me trataran como una persona con cierto nivel de autismo. Fui medicado con ese propósito”, explicó.
Características generales del TEA
Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con autismo con frecuencia tienen problemas con la comunicación y las interacciones sociales, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos. También podrían tener maneras distintas de aprender, moverse o prestar atención.
Algunas personas sin TEA también podrían tener algunos de estos síntomas. Sin embargo, en las personas con autismo, estas características pueden dificultar mucho la vida.
Estas son algunas de las características de la comunicación social y de la interacción social relacionadas con el Trastorno de Espectro Autista:
• Evitar mirar a los ojos a otra persona o no mantener el contacto visual
• No responder cuando lo llaman por su nombre
• No mostrar expresiones faciales como de felicidad, tristeza, enojo y sorpresa
• Usar pocos o ningún gesto
• No compartir intereses con otras personas
• No apuntar a algo interesante para mostrarlo
• No notar cuando otras personas están lastimadas o molestas
• Retraso en las destrezas del lenguaje y movimiento
• Retraso en las destrezas cognitivas o de aprendizaje
• Conducta hiperactiva, impulsiva o distraída
• Epilepsia o trastornos convulsivos
• Hábitos de alimentación y del sueño inusuales
• Problemas gastrointestinales (por ejemplo, estreñimiento)
• Estados de ánimo o reacciones emocionales inusuales
• Ansiedad, estrés o preocupación excesiva
• No tener miedo o temer más de lo normal
Debido a esto, Cristian Castro ha mostrado gran empatía hacia las personas con autismo, al igual que con sus familias, y se ha involucrado en proyectos en beneficio de niños autistas con la finalidad de visibilizar la igualdad pese a vivir esta condición.
“El autismo se tiende a confundir porque hay personas como yo, que podemos tener un mundo propio increíble, y una personalidad retraída muy interesante”, comentó.