En medio de la crisis de salud, el personal médico ha sido la primera línea de defensa en la lucha contra el coronavirus. Por ello, la Princesa Sofía de Suecia ha decidido unirse a un hospital de su país natal para hacer la diferencia en la pandemia.
El jueves, la princesa sueca dejó la tiara y se puso el uniforme para trabajar en el Hospital Sophiahemmet en Estocolmo después de completar un programa intensivo de capacitación en línea.
Según People, asistirá al personal del hospital con tareas no médicas y un portavoz del hospital explicó que Sofía y sus compañeros voluntarios no trabajarán directamente con los pacientes y, en cambio, apoyarán a los médicos y enfermeras al realizar tareas como desinfectar equipos, hacer turnos en la cocina y limpiar.
“En la crisis en la que nos encontramos, la Princesa quiere involucrarse y hacer una contribución como trabajadora voluntaria para aliviar la gran carga de trabajo de los profesionales de la salud”, dijo la Corte Real en un comunicado.
People también informa que alrededor de 80 personas por semana se inscriben al programa de capacitación que tomó la Princesa Sofía antes de ingresar al hospital.
Sofía, quien está casada actualmente con el Príncipe Carl-Phillip, ha trabajado con este hospital en el pasado y, de hecho, ha sido su presidente honoraria desde el 2016.
La madre de 2 hijos (el Príncipe Alejandro de 3 años y el Príncipe Gabriel de 2, quinto y sexto en la línea de sucesión al trono sueco respectivamente), fue fotografiada en su primer día de trabajo en el hospital el 16 de abril, vistiendo un uniforme azul.
Por su parte, desde que llegó el virus a Suecia, ella y el resto de la familia real han estado trabajando desde casa y optaron por tener una reunión virtual de Pascua durante el fin de semana festivo.
En Suecia se reportó un récord de 170 nuevas muertes el miércoles, a medida que la crisis del virus evoluciona en el país.
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