Para Gaby Valencia la cocina ha sido como repartir un poco del amor que posee, mismo que mantiene por este arte culinario que fue inculcado por sus abuelas.
Guarda gratos recuerdos de ambas, una de ellas excelente cocinera que le heredó recetas exquisitas, mientras la segunda se destacó por el cariño y paciencia para cocinar.
Preservando estas valiosas enseñanzas que tuvo desde pequeña, decidió estudiar alta cocina, panadería y repostería, formación que la llevaron a emprender.
Corazón de Pan es el nombre que recibe su proyecto que nació hace casi siete años, una cafetería con una variedad de bocadillos, panes, pasteles y bebidas hechos con amor.
“Me siento bendecida porque desde el inicio tuvo un éxito rotundo, la gente hacía filas para entrar, era un lugar pequeño y no podía dar abasto a todo mundo”, compartió y recordó el crecimiento que tuvo el negocio.
Conforme pasa el tiempo el menú ha sido adaptado según la aceptación y gusto de los comensales así como a la practicidad de preparación, innovando siempre con productos nuevos y utilizando algunos ingredientes orgánicos y café artesanal.
“Se siente súper lindo que todos te digan lo rico que está todo, al final te das cuenta que lo que tú estás haciendo lo compartes con tanto cariño”, añadió.
Ahora con dos sucursales en la ciudad, el desafío para contrarrestar los efectos de la crisis sanitaria mundial ha sido una tarea que han sostenido gracias a las redes sociales donde comparten fotografías que invitan a consentir el paladar.
Todo esto es posible gracias a un gran equipo de trabajo que han sido previamente capacitadas para continuar con la filosofía del lugar.