Poco a poco va labrando su camino y aunque su apellido ya es muy conocido en la farándula mexicana (es hija de Omar Chaparro), esta joven, que cumplirá 20 años el 1 de enero, ha conseguido llamar la atención gracias a su talento.
Nacida en Chihuahua, ha vivido en la Ciudad de México y en Los Ángeles, y desde niña se ha preparado como actriz; primero en el CEA Infantil, de donde salió a los 13 años, y después con talleres y cursos de actuación e improvisación en Hollywood.
Su carrera va empezando. Ha participado en teatro, en la película de La casa de las Flores y el próximo 5 de enero estrenará con Netflix la nueva versión de Rebelde, donde tiene un rol principal dando vida a M. J., una estudiante con gran talento para la música. “Me encanta darle voz a nuevos personajes, estoy feliz de formar parte de este proyecto”, nos dice.
Andrea también ha demostrado poseer madera de cantante; en los videos que ya se han lanzado de esta nueva serie, se pueden notar sus dotes vocales, y no es para menos, para ella y su familia la música es parte fundamental en su vida. “Cantar es mi gran pasión y quiero explorar la producción musical”, comparte.
“A veces, con mis amigos surgen algunas canciones y me encantaría darles más seguimiento a esas creaciones, pues quiero compartir mi música, pero cuando tenga algo más completo”, añade Andrea, quien seguramente, en muy poco tiempo, nos sorprenderá con algún proyecto en solitario donde exponga su voz.
Pero sus talentos no terminan ahí. Aunque su ocupación principal es estar en los sets de filmación, también es una artista plástica que trabaja diariamente para mejorar sus técnicas y seguir sorprendiendo al mundo. “Pinto todos los días, vivo en un círculo creativo que no acaba. Diario estoy creando algo: si no estoy en castings o en callbacks, estoy trabajando con proyectos artísticos con mis amigos, les hago el cover art de sus álbumes, me pongo en el piano o en la guitarra”, nos revela.
Andrea cuenta con muchos seguidores que han ido incrementando, pues su trabajo es cada vez más popular. “Me encanta ver que el amor que pones a los proyectos puede conectar con las personas y cómo se vuelve recíproco para uno”, finaliza.