Nació en Guadalajara y estudió en el Colegio Los Altos, y a los 13 años su familia se mudó a Canadá. Su vida cambió y conoció todo un modelo educativo distinto al mexicano; esta serie de nuevos conocimientos la impulsaron para que, años después, regresara a México y, luego de estudiar la licenciatura en Mercadotecnia de Moda y Administración de Empresas, decidiera realizar un diplomado y certificarse como maestra de inglés.
Durante este periodo trabajó en el American School y como coordinadora de inglés en la preparatoria del Colegio Los Altos.
Sobre esta experiencia en ambos países y su misión de llevar estudiantes mexicanos a vivir una experiencia no sólo educativa, sino de vida en Canadá y otros países, nos cuenta en entrevista.
¿Cómo decidiste volverte coordinadora de estudios en el extranjero?
Mi hermana tenía una agencia de estudiantes para estudios internacionales y después de mi temporada en México me puse a trabajar con ella, ya que desde que estaba en el American School me preguntaban cómo podían mandar estudiantes y familias a vivir la experiencia de estudiar fuera de México. Empezamos con Canadá y también algunos países de Europa.
Tiempo después me independice e hice mi agencia especificada en internados y el área universitaria específicamente en áreas como arte, moda y tecnología.
¿Cómo se logra la confianza para que un papá decida mandar a sus hijos al extranjero?
Todos mis clientes han sido por recomendación de amigos y conocidos que saben mi historial. Me gusta platicar con ellos por videollamada o teléfono para saber sus metas, qué esperan de una experiencia, qué necesita la familia y el estudiante.
Ante las variantes de clases presenciales y en línea que han surgido a raíz de la pandemia, varios papás han optado por mandar a sus hijos al extranjero ¿cómo percibes estos cambios?
Acá en Canadá todos los estudiantes volvieron a clases presenciales, con todos los protocolos de seguridad. Creo que es un buen momento para que vivan la experiencia fuera de México, ya que han pasado mucho tiempo detrás de una computadora y siempre hará falta tener la experiencia presencial.
¿Qué beneficios ves en que un joven viva un tiempo en el extranjero?
Primero que nada el idioma aprender una cultura diferente, esto abre su mente. Se vuelven independientes y fortalecen su autoestima, adquieren habilidades sociales lejos de sus papás y aprenden a controlar sus emociones, comprenden cosas tan simples como la disciplina en el orden de su cuarto, realizar sus tareas y todo lo conlleva el estar en un país diferente.
¿Qué requisitos deben cumplir para poder estudiar en otro país?
Lo principal es el deseo de vivir a la experiencia, ganas de aprender de una cultura nueva, convivir con otras personas. No tiene que ver las calificaciones, sino las ganas de superarse, ayudan unas buenas notas, pero es más importante la actitud.
¿Cuál es la edad adecuada para que se puedan ir a estudiar solos al extranjero?
Desde los 13 años es una buena edad para que emprendan un viaje. Un año muy valioso es cuando terminan la prepa, pueden estudiar un diplomado y en ese periodo adquirir muchas habilidades que les servirán en la universidad.
Otra opción que ofrecemos es que venga toda la familia a estudiar. Pueden estudiar los papas, los hijos y en Canadá hay mucho apoyo para que toda la familia viva la experiencia.
“Los niños aprenden a adaptarse en situaciones donde no están los papás, a valerse por sí mismos y ser independientes. A su vez, siempre tiene una red de apoyo, pero estar lejos de casa los vuelve muy responsables”.-Cecilia Morfin-