Es muy posible que elijas a Cindy Crawford si te piden nombre de la modelo más icónica de todos los tiempos. ¡Y con justa razón! Fue una de las primeras "supermodelos" del mundo, una nueva generación de pasarelas que atrajeron y mantuvieron la atención del público en los años 90. De estas supermodelos, Crawford puede haber tenido el mayor impacto en la industria ya que "cambió la percepción de la 'chica estadounidense sexy' de la clásica rubia de ojos azules a una morena más sensual con cerebro".
Si bien Crawford se ha retirado oficialmente del modelaje, su legado sigue vivo. Kendall Jenner y Gigi Hadid, dos megaestrellas de la industria de la belleza actual, la han citado como una de sus ídolos. ¿Pero ya conoces su historia y cómo se veía de joven?
Cindy Crawford antes de la fama
Cynthia Ann Crawford nació en DeKalb, Illinois, el 20 de febrero de 1966. Según Marie Claire, su padre, John, y su madre, Jennifer, fueron novios de la infancia. Durante un tiempo, la "educación totalmente estadounidense" de Cindy Crawford fue bastante mundana. Sin embargo, como le dijo la modelo a TheLeapTV, sus padres se divorciaron cuando ella estaba en la escuela secundaria y su familia luchó para cumplir con los pagos. Crawford explicó que vio a su padre controlando económicamente a su madre reteniendo dinero semana tras semana. Esta experiencia llevó a Crawford a la firme determinación de ganarse la vida.
Cuando Cindy Crawford era muy joven, un evento trágico se convirtió en una experiencia formativa que dio forma al resto de su vida. Tenía solo 8 años cuando a su hermano de 2 años, Jeff, le diagnosticaron leucemia. Cuando tenía 9 años, Jeff falleció. Crawford dijo que este horrible evento le enseñó a llorar a una edad temprana, y hasta la fecha lo recuerda con mucha nostalgia.
Fue la madre de Crawford quien más le enseñó, ya que "se permitió a sí misma llorar", como explicó Crawford. Su madre también se dedicó a obras de caridad. La modelo, ahora una activa defensora de la investigación del cáncer pediátrico, cita a su madre como su inspiración. Crawford compartió que el trabajo de su madre "le demostró que hay algo que puedes hacer con este dolor, algo que es bueno".
La trágica muerte de su hermano también ha llevado a Crawford a apreciar la vida y no dar nada por sentado. Crawford incluso cree que el horrible evento la ayudó a encontrar el éxito más adelante en la vida, ya que la impulsó a establecer metas altas.
Cuando era adolescente, trabajó en granjas locales "limpiando y descascarando maíz". Sin embargo, rápidamente descubrió que los trabajos de modelaje también eran una opción lucrativa. Crawford explicó: "Cuando comencé a modelar, lo [trataba] como un trabajo, no como un estilo de vida". Este enfoque profesional y sensato (que surgió de sus primeras dificultades financieras) se ha vuelto famoso desde entonces.
Crawford comenzó su carrera como modelo a una edad relativamente joven. Sin embargo, sus primeros pensamientos de convertirse en modelo se produjeron como resultado de una broma cruel que salió mal. En 2015, Elle publicó algunos extractos del libro de Crawford "Becoming" incluida la historia de cómo descubrió la profesión de modelo. Aparentemente, Crawford recibió una llamada inesperada de una de las tiendas de ropa locales que decía estar interesada en contratarla como modelo. Crawford explicó que nunca había considerado el modelaje como una carrera hasta este momento. Ella compartió en su libro que ella "ni siquiera sabía que era un trabajo real".
Sin embargo, cuando Crawford llegó para su entrevista, descubrió que la llamada había sido una broma orquestada por dos de sus compañeros de secundaria, que estaban "parados en la esquina riendo". Los bullies de la escuela secundaria de Crawford sin duda se sintieron ridículos años después, cuando Crawford se convirtió en una de las modelos mejor pagadas de todos los tiempos.
Durante su tercer año de secundaria, Cindy Crawford experimentó algo que cambió su vida: un fotógrafo local se encontró con Crawford y le pidió fotografiarla para el periódico de la Universidad del Norte de Illinois. Aunque sus padres inicialmente tenían sus dudas, Crawford hizo la sesión de fotos. Una foto de ella junto a la piscina de su novio se convirtió en su primera portada.
Crawford explicó en su libro que esa fotografía le cambió la vida. Después de la sesión de fotos, el fotógrafo le sugirió que buscara un agente de modelos y Crawford siguió su consejo. Fue a Chicago, encontró un agente y rápidamente comenzó a conseguir un trabajo de modelo muy codiciado.
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