Apenas el pasado diciembre, a todos nos llenó de orgullo ver a Checo Pérez ganar el Gran Premio de Sakhir; pues, además de ser la primera victoria en su carrera, el hecho de que un mexicano obtuviera un primer sitio en la Fórmula 1 era un logro que no se veía desde 1970, cuando el legendario piloto Pedro Rodríguez ganó el Gran Premio de Bélgica.
Sin embargo, para el campeón tapatío no era suficiente. Unos días después hizo oficial su cambio de escudería (dejaba atrás Racing Point para integrarse al equipo austriaco Red Bull Racing Honda), y aunque algunos fanáticos cuestionaron la decisión, esta solo obedeció a la necesidad de reinventarse y exigirse más cada vez.
“Es una filosofía distinta cuando llegas a un equipo que tiene como objetivo ganar carreras y pelear el campeonato. La exigencia es muy alta, la motivación con la que todos trabajan es también distinta. Todo acerca de este equipo es muy diferente, cada punto es trascendental y todos trabajamos para lograr ese objetivo, que es ganar el Campeonato de Constructores”. Así lo explicaba el piloto durante una amena charla que sostuvo con CHIC Style, sin adivinar que, menos de una semana más tarde, se estaría coronando con un nuevo primer lugar, ahora durante el Gran Premio de Azerbaiyán, a príncipios de junio.
“TRABAJO MUY DURO”
Este segundo título lo acerca más a su objetivo, aunque admite que no vive pensando en ocupar el podio cada vez que participa en una carrera. “No es una obsesión, es una meta. Es para lo que trabajas todos los días, esperando que tarde o temprano se cumplan esos objetivos, así que trabajo muy duro para hacer mi parte y que se vuelva a dar”, nos platica.
No obstante, recuerda vívidamente cómo es ganar un Gran Premio. “Bueno, imagina el sube y baja de emociones. En Sakhir, por ejemplo, al inicio creí que la carrera se había terminado; pero bueno, no nos rendimos, lo dimos todo y logramos vivir el mejor momento de mi carrera. Fue algo impresionante que todavía me enchina la piel cuando lo recuerdo. Fue la recompensa de muchos años de esfuerzo y del apoyo de patrocinadores, de mi familia y de mi equipo”, comenta.
Justo acaba de cumplir 10 años dedicado profesionalmente a las pistas y está consciente de las aportaciones que ha hecho a su deporte, aunque asegura que su objetivo va más allá. “Lo más importante es mostrar que en México podemos hacer las cosas bien. Claro que el haber influido para el regreso de la F1 a nuestro país y, desde luego, ser parte del éxito de mis equipos, o saber que gracias a nuestro trabajo también la base de aficionados e interesados en nuestro deporte creció, son cosas que valoro muchísimo y agradezco (...) Como piloto y como persona creo que he madurado mucho, ni siquiera la categoría es la misma que hace años. Así que he sido muy afortunado en ser parte de esta gran evolución”.
Checo ha confesado que, de no haberse dedicado al automovilismo, le habría gustado ser abogado. Sin embargo, agradece haber seguido el camino de la velocidad, aunque este no tenga atajos. “No hay receta para el éxito; en mi caso solo ha sido trabajo duro y no renunciar a mis sueños. Yo estuve cerca de tirar la toalla cuando vivía solo en Alemania, a los 14 o 15 años, pero mi familia me impulsó y las ganas de cumplir el sueño me hicieron quedarme. Así que eso es lo más importante”, confiesa.
Listo para el GP de México
Por el momento, el piloto continuará compitiendo hasta finales de este año; por supuesto, uno de los eventos más esperados es su participación en el GP de México, a celebrarse en octubre próximo en el Autódromo Hermanos Rodríguez, una de las pistas que le provoca más nostalgia, “porque de entrada recuerdo lo difícil que fue correr en México; desde los karts, no había vuelto a correr ahí, hasta que regresé con la F1 y es increíble el apoyo. Me he emocionado hasta las lágrimas en más de una ocasión y ojalá pueda regalarles un podio a esos aficionados”, asegura.
“Ser parte de este regreso de la categoría al país es algo que me llena de orgullo, pues hoy ves a muchos más aficionados, a más gente interesada y las redes sociales te muestran el nivel de expectativa. Tal vez no todos sean conocedores o seguidores full time, pero desde luego se siente el apoyo y eso es lo más increíble, lo que más agradezco”, agrega.
Sobre las metas a mediano plazo, Checo tiene un objetivo muy claro: “Quiero ser campeón del mundo, pero en un deporte como la F1 entiendes que las circunstancias son muy importantes; de cualquier modo yo me preparo para ello. Siempre he sido un piloto que ha dado todo dentro de la pista, que ama a su país y que está muy orgulloso de representarlo. Por lo pronto estoy enfocado en dar resultados con mi nueva escudería y hacer todo para lograr ese Campeonato de Constructores”, concluyó el tapatío.