Todo México conoce el nombre de Carlos Slim Helú, también que es uno de los hombres más ricos –no solo de México sino del mundo entero- e incluso tienen una idea sobre cómo inició su fortuna. Pero, ¿sabías que hay algo que no pudo lograr? Quedarse con el amor de su vida. Te contamos la trágica historia de amor que vivió con su esposa Soumaya Domit Gemayel.
¿Cómo conoció Carlos Slim a su esposa?
Aunque él nació en Ciudad de México, sus padres eran inmigrantes libaneses que llegaron al país en 1902 y fundaron una pequeña mercería en el corazón de la capital mexicana. Poco a poco rindió frutos, compraron propiedades durante la revolución y se mudaron para vivir en la zona de Polanco, conocieron a una familia que también era libanesa y que vivía a pocas casas. Se dice que un día Carlos acompañó a su madre –quien era amiga de la mamá en dicha familia- y quedó flechado desde el primer momento en que vio a Soumaya, hija de Antonio Domit y de Lili Gemayel, y sobrina del ex presidente de Líbano, Amin Gemayel. Él tenía 24 años –actualmente tiene 80- y ella apenas 15. Se casaron tan solo dos años después.
Un matrimonio feliz
Carlos Slim heredó la pasión por emprender de su papá, Julián Slim, y tras graduarse de la Universidad Autónoma de México, e impartir clases de matemáticas en la misma institución, abrió una casa de bolsa comenzó a invertir poco a poco en la compra de negocios. Todo esto con la ayuda de su esposa. Incluso fundó el conglomerado con el nombre Grupo Carso porque es la unión de las primeras letras de sus nombres.
Estuvieron casados durante 33 años y tuvieron seis hijos: Carlos Slim Domit, Johanna Slim de Ayub – casada con Arturo Elías Ayub-, Marco Antonio Slim Domit, Soumaya Slim Domit – quien se divorció de Fernando Romero-, Vanessa Slim Domit, y Patricio Slim Domit.
Durante sus más de tres décadas de matrimonio, Carlos y Soumaya no solo crearon un imperio sino que también se dedicaron a causas altruistas como Fundación Telmex y a viajar por el mundo para apreciar la cultura y arte, pasión que se dice Soumaya le contagió a Carlos. Se dice que ella estaba lejos del estereotipo de señora de sociedad, y que al contrario se caracterizaba por ser cariñosa y nunca pretenciosa, siempre preocupada por luchas sociales y por ayudar a quien pudiera.
Complicaciones renales
La familia de Soumaya ya tenía una difícil historia con fallas renales – su papá y su hermano fallecieron por dicha complicación- y aunque ella recibió de su madre un riñón a la edad de 30 años, las cosas volvieron a tornarse oscuras debido a la cruel enfermedad 20 años más tarde. En 1999, falleció de una insuficiencia renal.
Carlos Slim vive para honrarla
Tras su muerte, Carlos prometió no volver a formar una familia y lo ha cumplido hasta el momento pues considera que su familia es perfecta así como está. En honor a su fallecida esposa, construyó el Museo Soumaya con el objetivo de que los mexicanos apreciaran el arte internacional, tal y como lo hizo junto a su esposas, pero sin tener que viajar. Además reparte grandes cantidades entre sus fundaciones y apoya causas relacionadas directamente con la donación de órganos.